Todo esta permitido cap 3
Salimos de la carretera y yo ya estaba excitadísima, tenía una pierna encima de uno y la otra del otro, no llevaba bragas, Gonzalo miraba por el retrovisor y Manuel sin pudor estaba girado mirandome.
Mi vida dio un giro de ciento ochenta grados después de esa comida, ya bien entrada la noche volví a casa con Gonzalo, esta vez me dejo en la esquina para no levantar sospechas. Llegue cansadísima y me arrastre a la cama, dormí a pierna suelta.
A la mañana siguiente, en la cafetería Gonzalo ya esperaba, al verme entrar pidió mi desayuno y me senté a su lado.
-buenos días guapísima, que tal has descansado?
-muy bien
-que tal la comida de ayer, te gusto?
-sí, no creía que tanto,...