Sandra La loba
Que los mayores son aburridos es un mito. La esposa de Toño cuando ve una mujer atractiva lo reta a seducirla. Sandra fue la afortunada que además descubrió en manos de ese sátiro que es multiorgásmica.
Toño es un hombre corpulento de casi sesenta años que se maneja con un bastón desde que un accidente laboral le fastidiara el tendón de Aquiles, acompaña a su esposa a todas partes y en general es un buen tipo.
Sandra es dependienta en el mostrador de carnicería de un súper: una mujer exuberante de casi metro setenta con una cara graciosa; el uniforme de trabajo es incapaz de disimular un cuerpo echo para el pecado; largas y torneadas piernas un pandero respingón los pechos redondos y de un respetable...