Reventada y saciada por atras por el viejo maduro.
Como vio la posición le cansaba, me giro ensartada por su rabo poniéndome boca abajo apoyando mi cara sobre la almohada , amortiguando esta los alaridos de placer que por mi boca salían, mientras el apoyándose sobre mi cuerpo por atrás
Estaba abrazada por atrás con una mano suya bajo mi cuello y la otra sobre mi cintura con sus dedos jugueteando con mi cuerpo con suaves caricias y leves roces sobre mi sexo, subiendo a veces para acariciar con sutileza mis pezones a los que sabía activar y poner duros y tersos como pitones, mientras sentía su aliento por mi nuca y su cada vez más agitada masculina respiración.
Me encantaba ese olor a masculinidad que afloraba por su cuerpo, que a pesar de estar sobre los sesenta años, se mantenía co...