Ciudad de las maduras (2)

La ciudad ofrece a los jóvenes y a las maduras algunos bellos escarceos sexuales :incestos, maduras, zoofilia.. en fin toda una pleayde de entretenimientos sexuales

LA COMPLICIDAD DE MI TIA (II)

A los pocos días del último encuentro, tomamos el autobús mi tía yo , cuando entrábamos vi al fondo a  la  pérfida viajera y le hice una seña a mi tía, al cual me sugirió acercarnos hasta ella y ver que pasaba.

Esta se asombró un tanto al verme y más en compañía de otra mujer y se dio media vuelta ignorándome y pasando a mirar lo que pasaba en la calle tras los cristales.

Me acerqué a ella, y parecía enfadada, pues rechazaba mis avances, viendo mis dificul...

Encuentro con Madu

Historia de un encuentro entre una mujer madura y un joven seguidor.

Guau ¡¡

Ya habían pasado tres días. Me sentía raro, cansado y en un interminable estado de nerviosismo. Las noches se hacían largas, ese mensaje no podía salir de mi cabeza y no tenía del todo claro cómo debía actuar.

Tres días... y eso era solo el comienzo. Sabía que tenía que esperar otros 18 más hasta tachar en el calendario los 21 que faltaban para verla. Debía tranquilizarme, todo está en la cabeza, que fácil decirlo y qué difícil ejecutarlo.

Desde muy joven siempre he sido bastante sexual,...

La ciudad de las maduras (1)

La ciudad ofrece a un joven una serie de oportunidades sexuales con mujeres maduras

LA CIUDAD DE LAS MADURAS

NUEVAS EXPERIENCIAS (I)

Durante algunos años disfruté de mi querida tía y de mi lujuriosa prima Clara y sus distintas perversiones, y como no de las distintas visitas que recibían.

Cuando ya tenía 18 años , mi tía decidió vender su considerable hacienda y con la gran fortuna que de aquella operación y otras sacó nos trasladamos a vivir a la ciudad.

Mi prima consiguió de su madre la obtención de su propio piso .  Mi tía cogió otra gran mansión en el mis...

Jugando con las cincuentonas

Un juego sexual con dos maduras gallegas en la aldea

JUGUETE DE CINCUENTONAS

Habíamos comprado hacía unas semanas una gran casona gallega, de esas en las que uno ha de arreglar casi todo, y que aún carecían de cuarto de baño.

Al final convencimos a media familia de Amelia, mi mujer para que nos ayudasen en los arreglos y allá se vinieron media parentela, pero que al término de la jornada de voluntariado se iban para su casita en la ciudad, quien se quedaba con nosotros era la madre de Amelia, ósea mi suegra, que se encargaba de las labores de...

Mi madura

Hace años sucedió lo que voy a contar. Me encontré con ella por casualidad, llevando una conversación intrascendente a una relación de muchos años de sexo.

Sucedió hace varios años. Yo tenía 22 y buscaba trabajo. Un día acudí a una entrevista, poniéndome mi traje. Al salir de la entrevista decidí volver caminando. Al parar en un semáforo, oí una voz que decía:

-Cómo me gustan los jóvenes cuando se ponen elegantes.

Me giré y vi a una mujer a la que calculé unos 50 años, pero muy bien llevados, se notaba que se cuidaba. Era una mujer de curvas generosas, con unas buenas tetas. Me dijo que era difícil ver a un joven vistiendo de forma elegante y q...

Saboreando a mi maDURITO de oro ♥

Lucia inicia encuentros con un docente universitario muy maduro que sabe como tocarla y hacerla volar.

Buena noche, voy a compartirles una experiencia que viví hace 2 años y que aún permanece en mi mente, en esa época yo tenia 24 y el 47.

En congreso universitario, conocí un académico que me subía  a las nubes .

Todo comenzó una tarde de congreso de ciencias sociales y humanas en una reconocida institución del país, allí conocí a FER , Inicialmente generamos un contacto netamente academícelas investigaciones comunes, nuestro interés por acercarnos a información común ,la importancia del saber...

Para un concierto lo mejor es un trío, o más.

No quise ir a un concierto, pero lo cambié por un trío, con el mejor repertorio y con posibilidad de más.

Para un concierto lo mejor es un trío, o un cuarteto.

No quise ir a un concierto, pero lo cambié por un trío, con el mejor repertorio y con posibilidad de más.

Aquella tarde salí de casa de mi novia con la cara colorada por la ira, sentía como hasta las orejas me ardían de rabia, lo malo es que ya debía haberlo previsto, llevábamos un tiempo saliendo a bronca casi diaria, cualquier cosa le enfadaba, siempre estaba a la que salta para herirme donde más me dolía, yo mientras no quería romper,...

Una Suegra muy especial

Mi suegra se traslada a nuestra casa y alli me muestra las debilidades de una noble señora en edad de merecer dandose al placer interracial

Una suegra muy especial

Mi mujer  Adela, y yo vivimos solo en un viejo y amplísimo apartamento de la costa, donde acostumbramos a vivir casi todo el año, entregados al trabajo de cada uno y después a los mil juegos y placeres de  la Erótica Universalis .

Como complemento a nuestros juegos por la casa existen mil y un utensilios, bolitas chinas y  asiáticas, vibradores de todo tipo, tamaño, forma, materiales unos que fuimos adquiriendo y otros que me fui trayendo de mis viajes como antropó...

Mi ahijado, su hermano y su madre

Para mí era un mundo hasta ahora desconocido, pero fue una revelación

Mi ahijado, su hermano y su madre.

Para mí era un mundo hasta ahora desconocido, pero fue una revelación.

Acababa de subir al autobús que me llevaría a casa, había salido de la universidad y con los apuntes bajo el brazo y el suéter a la espalda anudado por las mangas delante estaba pegado a la ventanilla viendo pasar las calles.

Era la hora punta, en el autobús abarrotado no paraba de subir a gente que se agolpaba sin misericordia, nadie quería renunciar y esperar al siguiente, entre u...

Follando en la aldea

Un urbanita se pierde en un paseo por la sierra de Malanda donde se encuentra con una paisana de pueblo con la cual tendrá sus escarceos amorosos.

Follando en la Aldea

Lo cierto es que los trabajos de campo me ponen  erótico-festivo y el cañoto, se me empina a la mínima. Debe ser cosa de la oxigenación del cerebro, cuestión que hacer reverdecer hasta los adminículos más dormidos de nuestro ser.

Llevaba algunas horas perdido por aquellos montes y sierra de Malanda, en la zona norteña, midiendo y buscando ciertas posesiones públicas, cuando me encontré por un estrechísimo camino que con un borriquillo  sobre el que cabalgaba una mujerona...