Dominación y sumisión (II)

Segunda entrega del entrenamiento de una esclava.

En un principio me presento, me hago llamar Morfeo y este es mi nombre de Amo, vivo en Murcia Capital y tengo 30 años, llevo cinco años y medio como Amo y en todo este tiempo solo he tenido dos esclavas a las cuales eduque y adiestre, las enseñe a controlar sus instintos, a obedecer y sobre todo a amar, como información a todas aquellas mentes calenturientas de las cuales salen los relatos que leo a menudo he de decirles que no se puede ser un buen amo si no amas o no respetas, si no cumples los pacto...

Esclava puta-cerda609. Mi Historia (III)

Primeros escarceos de esta mujer esclava como puta pública, alejamiento de su familia y cita con un desconocido.

Así fueron transcurriendo aquellos primeros meses, entre abusos y folladas a esta guarra. Insultos y maltrato. Las bofetadas que me daba sin previo aviso eran cada vez más frecuentes. Casi cada vez que me hablaba me daba una para que atendiera, acompañada como no podía ser menos con una de sus frases favoritas por aquellos días: "!escucha puta!", zas!, "!ven aquí fulana", zas!, "abre el agujero (cualquiera de los tres), que te la voy a meter", zas!.

Ahora, en la lejanía del tiempo, recuerdo todo...

Dominación y sumisión

Acalración de dominaciòn y sumisión y relato amo esclava. Como fueron educadas.

En un principio me presento, me hago llamar Morfeo y este es mi nombre de Amo, vivo en Murcia Capital y tengo 30 años, llevo cinco años y medio como Amo y en todo este tiempo solo he tenido dos esclavas a las cuales eduque y adiestre, las enseñe a controlar sus instintos, a obedecer y sobre todo a amar, como información a todas aquellas mentes calenturientas de las cuales salen los relatos que leo a menudo he de decirles que no se puede ser un buen amo si no amas o no respetas, si no cumples los pacto...

Esclava puta-cerda609. Mi Historia (II)

Continuación del relato de la degradación completa y emputecimiento extremo de una mujer convertida en esclava total de dos hombres con el consentimiento de su cornudo esposo.

Antes de comenzar con la historia completa de mi transformación me veo obligada a aclarar algunos detalles previos que servirán para entender las circunstancias en que este relato ha sido escrito.

Estas líneas no han sido escritas directamente por mí, ya que desde hace unos cuatro años no se me permite acceder a ningún tipo de cultura. Se me obligó a abandonar mis estudios de Derecho, con la carrera casi acabada, esgrimiendo el argumento de que de nada serviría a una asquerosa ramera barata tene...

Amor de Madre a Hija

Una mujer casada ve alterada su vida por la presencia de una niña, Hija de su marido, asi descubre su sentimientos y deseos ocultos...

Escribo la presente historia de vida, con la convicción de poner a los lectores, una historia de vida, sí de mi vida, Y poder conocer en sus comentarios o respuesta, para saber si lo mío es único, por lo que debo considerarme una enferma o viciosa o tal vez a otras personas les ocurren cosas parecidas a las que yo vivo desde hace mas de veinte años

Resulta que me case joven, a los 20 años, vivía en un pueblo del interior, me case con un hombre mayor de 32 años, viudo con una hija de su anterior...

La Pelea

Relato tipo spanking de uans recamareras muy poco profesionales.

Susana y Andrea, doncellas del "Hotel Imperial" nunca se llevaron bien y no tenían porque ocultar su enemistad, por mucho que su jefe las exhortara a lo contrario. Definitivamente no se soportaban y claro, algún día tenían que estallar; y así fue.

Todo ocurrió en un breve espacio de tiempo, el justo para echarse en cara trapos sucios del pasado, encararse, tirarse de los pelos y amoratarse un ojo cada una. Don Cosme no lo podía permitir y menos, en su hotel de postín; ¡faltaría más!. Le horripil...

Mensaje en una botella

"Pongo estos seis versos en mi botella al mar / con el secreto designio de que algún día / llegue a una playa casi desierta / y un niño la encuentre y la destape..." (Mario Benedetti)

Mi nombre es un enigma. No estoy seguro, a ciencia cierta, si todo en mí lo es, pero sí la mayor parte de mí mismo y, desde luego, mi nombre, si lugar a dudas. Soy dueño y señor de la isla desierta de mis sueños. De cuando en cuando, alguien naufraga en ella o la divisa en lontananza y se acerca hasta su orilla. Procuro ser galante con unos y con otros, pero inmensamente despiadado con quien intenta invadirla. Al invasor, lo expulso o lo ahogo, que a nadie consiento que me arrebate los sueños, ni siqu...

El Señor del Mar (IV)

Un mensaje encontrado en una página de contactos llevará a Miriam a hacer realidad sus fantasías de sumisión y esclavitud. Cuarto capítulo de este relato.

EL SEÑOR DEL MAR (IV)

Eduard acabó de amarrar a Karla en el ancla, situada en mitad de una espaciosa sala que SeaLord había bautizado como "La Bodega", en recuerdo de las existentes en los viejos galeones corsarios, mazmorras de prisioneros y esclavas raptadas en algún asalto. La bodega de SeaLord era la sala de castigo. Lejos de toda artificialidad, era una sala amplia, de inmaculadas paredes blancas, sin más decoración que algunas estanterías y una colección interminable de instrumentos co...

El Señor del Mar (V)

Un mensaje encontrado en una página de contactos llevará a Miriam a hacer realidad sus fantasías de sumisión y esclavitud. Quinto capítulo de este relato.

EL SEÑOR DEL MAR (V)

A petición de SeaLord, Roy guió a Miriam hasta la que sería su habitación, en la planta superior de la casa. Miriam la encontró confortable y acogedora. "Desde luego, te tratan como a una reina, chica", pensó para sus adentros. Buscó ansiosa el cuarto de baño. Suspiró aliviada al comprobar que existía y que contaba con todos sus accesorios y saneamientos. Necesitaba con urgencia una ducha relajante y, perentoriamente, hacer uso del inodoro. Antes de meterse en la ducha,...

El Señor del Mar (III)

Un mensaje encontrado en una página de contactos llevará a Miriam a hacer realidad sus fantasías de sumisión y esclavitud. Tercer capítulo de este relato.

Cuando la furgoneta se detuvo y cesaron las vibraciones producidas por el motor en marcha, Miriam suspiró aliviada. Pensó, burlonamente, que aquel viaje había supuesto su primera experiencia real de tortura. El largo trayecto anunciado se le había antojado interminable, aún cuando había procurado mantener su mente ocupada en miles de pensamientos. Se dispararon, nuevamente, sus pulsaciones, consciente de que habían llegado a destino. Oyó abrirse las puertas del compartimento y la voz grave de uno de l...