Una loca aventura en la ambulancia
Trabajo en un hospital de la localidad donde vivo, un día por circunstancias me correspondió llevar unas cosas a un hospital cercano, en el camino la conversación con el chofer, el camillero y mi otra colega tomo un rumbo inesperado comenzando hablar de sexo y las cosas que a cada uno nos gustaban, las posiciones que más nos excitaban y las más placenteras, todo iba como una conversación normal salpicada de picardía cuando inesperadamente hicimos una parada y se monta un chico alto, simpático quedando sentado a mi lado, me quedo callada, la conversación siguió su rumbo, el chico se animó y comenzó hablar, yo no sabía qué hacer me puse nerviosa, él se dio cuenta y me pregunto si no me gustaba el tema.
Tímidamente conteste que si pero que él me intimidaba, las carcajadas del grupo no se hicieron esperar incluyendo la mía, cada momento las miradas durante la charla se hacían más frecuentes entre el chico y yo, cada uno contaba las cosas que les gustaba hacer en la cama, todos coincidimos en algo: un oral era divino más si se hace en un 69, el camino se había hecho corto, llegamos y pensé: - Bueno me quedare con las ganas de saber que tan rico se sentiría esa lengua dentro de mi vagina.
Algo me movía...