Blancanieves 4 - Conociendo sus límites
El camino se va haciendo cada vez más duro, ¿hasta dónde aguantará?
Mientras Elga colocaba el desayuno sobre la mesa la reina se acercó con paso desganado y me desató. Al darse la vuelta disimuló un bostezo y advertí su cara de cansancio. Me quede de pie, desnuda, junto a la ventana.
-Acércate niña, necesitas coger fuerzas.
Al hacer ademan de sentarme a la pequeña mesa colocada en un rincón de la habitación se levantó indignada.
-¿Crees que vas a sentarte a mi mesa? No, no, yo te diré el lugar que te corresponde.
Sujetó un plato y colocó en él un tro...