Las desventuras de la profesora 3
Débora deberá confrontar sus sentimientos, ¿ganará su antigua o su nueva personalidad?
Débora se despertó perezosamente. Notaba como cientos de cristales se le clavaban en la cabeza y los ojos. Antes de caer dormida se había vaciado la botella entera de ron y ahora tenía la peor resaca que había tenido nunca. No le gustaba los licores, los consideraba un opio de las clases bajas, pero necesitaba matar aquella sensación de su cuerpo. La angustia y la humillación de ser usada como un objeto. No. Ni siquiera eso era lo peor. Lo peor era que se había rendido. Rendido a una basura como él. El odio...