El secreto de Livia (corregido)

Obsesionado con mi vecina, tuve la oportunidad de verla en un desliz. ¿Hasta donde llegaría por mantener el secreto?

El fr

í

o de la noche se me clavaba en los huesos, desde la esquina observaba a Livia, una vecina que me obsesionaba. Siempre me había gustado, lo inocente que parecía cuando la miraba a la cara, su pelo rizado, castaño y largo caía rozando unos esbeltos hombros que mostraba casi con descaro, como si el único rival que tuviesen en el mundo con aquellas camisetas fuesen sus propios pechos, dos hermosas montañas las cuales

más de uno soñaba con devorar. Siempre intentaba acentuar su belleza...

Maite. Secuestrada en Egipto. Parte XII

Nuevos castigos para nuestra querida perra Maite.

Avancé unos pasos, sin atreverme a levantar la vista del suelo.

«Quédate quieta, de rodillas» me dijo Ashraf, muy seriamente

«Si Amo» le respondí yo en un susurro

Se levantó de la silla y vino hacia mi. Empezó a andar a mi alrededor, como pensando qué me diría o cual sería su siguiente paso, aunque conociéndole seguro que ya lo tendría todo planeado de antemano, y que lo único que pretendía al hacer eso era ponerme más y más nerviosa, y lo estaba consiguiendo. En ese momento, esperando que...

Maite. Secuestrada en Egipto. Parte XI

Otro castigo.

Salima salió de la habitación y fue a buscar lo que el Amo le había pedido.

Lo primero que hizo Ashraf fue ponerme una mordaza, una de esas que llevan una pelota. Luego, me puso a los pies de la cama, de rodillas, con el tobillo y la muñeca derechos atados a ese poste de la cama, y los izquierdos al otro. De este modo quedé con la cara apoyada en la cama, el culo totalmente en pompa, y las piernas completamente abiertas.

Esta vez cogió un látigo de varias colas. Sin previo aviso alzó la mano y Z...

Maite. Secuestrada en Egipto. Partes IX y X.

Ashraf por fin se folla a Maite. He juntado 2 capítulos en uno para no romper el clímax, por eso éste es más largo que los anteriores.

«Supongo que ya te imaginas para qué hemos venido aquí» me dijo Ashraf

un rubor me delataba, no haciendo falta que le respondiese nada

«El primer día ya te expliqué para qué te había comprado. Vas a ser mi esclava en todos los sentidos, mental, físico, y hasta espiritual.»

a este tío se le va la pelota completamente...

«Sé que por ahora te será difícil de creer, pero todo llegará en su momento. Por ahora espero que te haya quedado claro que cuando te comportas bien tienes tus ventaja...

Maite. Secuestrada en Egipto. Parte VIII

Otra parte más de la serie.

Tragué saliva, inspiré hondo, y empecé a avanzar poco a poco hasta el centro de la habitación. La puerta se cerró a mi espalda. Oí la profunda voz de Ashraf diciéndome:

«Arrodillate»

Así lo hice.

«Ven a cuatro patas y ponte debajo del escritorio, tengo mucho trabajo que hacer y me la vas a chupar mientras lo hago»

«Si Amo, se la chuparé mientras trabaja»

Como me había dicho, fui andando a lo perrita por la habitación, me situé debajo de la mesa, subí su túnica, y me puse su pol...

Rencores III (La convivencia)

Ha pasado un tiempo desde las violaciones. La familia convive con sus odios y rencillas tratando de sacar provecho personal de una situación atípica.

Este es el tercer y definitivo relato de la saga. En un principìo Iban a ser 4, pero este último sería una copia del primero con Artan de nuevo asaltando la vivienda con sus compinches durante una reunión familiar. La única diferencia es que en este 4º capítulo habría más miembros (y miembras) de la familia. Por eso no se escribirá, por ser una repetición.

Este puede ser el capítulo más flojo de la serie y pido perdón por ello a los que se sientan defaudados. Aun así espero que os guste lo necesario p...

Noche de bodas inolvidable

Iba a ser la mejor noche de mi vida, como había sido el mejor día de mi vida, mi boda.

Conocía a Juanma de toda la vida, como nos conocíamos en el pueblo todos los jóvenes, fue en mi veintiún cumpleaños cuando me pidió salir, le dije que si, pensé que no duraría, como me habían durado todos los novios hasta ese momento. Juanma era cinco años mayor que yo. Unos meses después en las fiestas del pueblo, Juanma y yo nos acostamos, para mí fue la primera vez, para el no.

Después de cinco años de noviazgo decidimos casarnos, la boda seria en el pueblo y la haríamos coincidir con las fiestas d...

Maite. Secuestrada en Egipto. Parte VII

Ashraf se folla a salima, frente a Maite, despues de csatigarla.

Mientras estaba allí colgada, con la cara y el pelo manchados con el meado de mi Amo (porqué será que empiezo a llamarle así en mi mente...?), con todo mi cuerpo ardiendo por el inmenso dolor que sentía... vi que Salima empezaba a limpiar el water...

Me extrañaba que hubiera uno... teniendo en cuenta que no había agua corriente en la ducha ni los grifos, pero luego ví que ella tiraba un cubo de agua dentro para dejarlo limpio...

Ashraf seguía en el baño, limpiándose las manos en el mismo cubo de...

Maite. Secuestrada en Egipto. Parte VI

Un castigo en el baño. No apto para almas delicadas!

Ashraf me llevó hasta el baño en el que había estado antes... y me preguntó:

«Tienes sed, perra?»

«Si Amo, tengo mucha sed» le respondí

«Puedes beber de allí, y limpiate un poco que pareces una cerda en vez de una perra con lo sucia que vas»

«Si Amo, gracias Amo» dije, y fui donde me decía, era un cubo de agua situado al lado de una pica, por lo que deduje que allí se limpiarían las manos y lo que fuera todos los que pasaran por aquí. Me dio mucho asco, pero bebí de aquel cubo, y lue...

Maite. Secuestrada en Egipto. Parte IV.

Ashraf, el traficante que ha comprado a Maite, empieza a someterla para convertirla en su esclava.

Ashraf, el traficante, se acercó a mi. Cuando lo tuve delante no fui capaz de aguantar su mirada, sin quererlo bajé la vista para no tener que enfrentarme a él directamente. Creo que le gustó esta reacción.

Se paseó a mi alrededor, observando minuciosamente cada detalle. Cuando estaba a mi espalda, con una mano me rozo suavemente los cachetes de mi culo bajo el vestido. Luego se sitúo frente a mí, me puso una mano en la barbilla, cogiéndome media cara, y me hizo levantar la mirada. Me quedé atrapada p...