Una dulce venganza.
Un joven que durante su niñez padeció a una déspota y represiva profesora. Al cabo de los años, como por casualidad se le presenta la oportunidad de hacerle pagar por todos los desmanes que le hizo sufrir.
Siendo un crio de 8 años, y por motivos laborales, mi familia abandonó nuestra ciudad de provincias, y trasladamos nuestra residencia a Madrid. Nos establecimos en un popular barrio del sur de la ciudad, y mis padres me inscribieron en un conocido colegio de dicho barrio. Y allí me tocó comenzar mi andadura académica en la clase de la señorita Marisa. Una mujer bastante guapa, pero con un carácter terrible, y bastante antipática. Recuerdo que siempre llevaba una regla de madera en la mano, y si no te sabías...