Una orgía, una experiencia

Estrenarse en una orgía puede convertirse en una tortura psicológica o en todo un placer si eres inteligente.

  • ¿A quién vas a follarte con más ganas? –me preguntó mi amigo Ramón ante la puerta de la mansión en la que íbamos a organizar una macro-orgía aquel fin de semana.

  • No conozco a todas las mujeres –dije dubitativo y añadí con una sonrisa perversa- pero quizá estoy obsesionado con tu mujer.

  • Pues disfrútala macho, porque yo pienso darme un buen lote con la tuya.

Había que dejar todo escrúpulo para asistir con tu propia esposa a una orgía, y así me lo había advertido todo un experto en...

Cita por internet (2)

Comenzamos a escribirnos, luego a chatear, nos citamos en un café, me citó en su depa e iniciamos una relación sexual que me gustaría se prolongara por mucho tiempo.

CITA POR INTERNET II

Nos citamos en un café de la Colonia Roma. "Llegas –me había escrito –cruzas la tienda, en el restaurante, rodeas el buffet, te vas a tu izquierda, vuelves sobre tus pasos al concluir la jardinera y ahí estaré con una rosa en la mano esperándote en un gabinete".

Saludé: -hola Mirna –para mi sorpresa se levantó, abrió los brazos mientras decía, -que gusto verte Veluardo –y nos abrazamos y besamos las mejillas. Para cualquier testigo presencial, éramos dos grandes amigos...

Sígueme masturbando,...

...tus pechos me encandilaron desde el primer momento. Firmes, suaves, grandes; sigue masturbándome, mamita,...

Mi pene se empieza a endurecer, conforme sus suaves y delgadas manos lo tocan, lo acarician. Cierro los ojos y vuelvo a recordar: ¿recuerdas Aurora, cuando fuimos al campo?, lo recuerdo como si hubiese sido ayer: tú ibas vestida con una falda marrón, que te llegaba hasta los tobillos; tu blusa blanca realzaba tus pechos,… siii, tus pechos me encandilaron desde el primer momento. Firmes, suaves, grandes; sigue masturbándome, mamita.

Sentados en el pasto, junto al arroyo, me atreví a robarte un be...

En la ducha

Soy feliz de disfrutar de sus caricias, de sus suaves arañones en mis espaldas, de sus besos tiernos en mis tetillas, ¡qué distinto a esas noches aburridas de sexo con mi mujer!,...

El vapor del agua caliente nos envuelve por completo, mientras nuestros cuerpos desnudos mojados se entrelazan bajo el chorro de la ducha: soy feliz de disfrutar de sus caricias, de sus suaves arañones en mis espaldas, de sus besos tiernos en mis tetillas, ¡qué distinto a esas noches aburridas de sexo con mi mujer!; desde que hemos comenzado esta relación, me he ido enviciando de su cuerpo delicioso: de sus tetitas paradas, de su cintura diminuta y de abdomen firme, de su culo de lagas firmes y apreta...

Dentro de si

A veces el placer de unos dedos expertos, es todo lo que necesitamos...

Cuando sintió la mano experta sobre su vulva, se recostó en la cama, cerró los ojos y se dejó llevar por un placer que nació como una promesa en lo mas profundo de su mente, y que tras recorrer su espina dorsal, haciéndola arquear la espalda con su electrizante carga, desembocó en la vagina, palpitante y húmeda receptora de una avalancha imparable de caricias que la hicieron derramarse en los expertos dedos que la horadaban.

Entre intensos gemidos, se levantó, fue al baño y sonriéndose al espejo...

Cunnilingus

... Abres las piernas lentamente en tijera cuando me notas salivando tu ombligo, el pozo de todos mis deseos camino al más absoluto de los cielos, y empujas mis sienes hacia abajo juguetonamente, mientras finjo resistencia, sonriendo picaramente con esa sonrisa de niña perversa que tanto me gusta arrancarte...

... Abres las piernas lentamente en tijera cuando me notas salivando tu ombligo, el pozo de todos mis deseos camino al más absoluto de los cielos, y empujas mis sienes hacia abajo juguetonamente, mientras finjo resistencia, sonriendo picaramente con esa sonrisa de niña perversa que tanto me gusta arrancarte... ... Una minúscula braguita blanca cubre tu sexo ansioso de caricías y mimos. Empujas las caderas, ofreciendomelo, impaciente, jugando de nuevo, retandome... tus juegos acaban cuando mi indice r...

Búnker infernal

El calentamiento global arrasa con todo, incluidos los prejuicios de dos hermanos mellizos.

Hacía mucho calor… Los casquetes polares se habían fundido, los desiertos habían avanzado… era el año 2400 de nuestra era… y yo tenía apenas 18 añitos. Era el día del Apocalipsis, mi hermano mellizo y yo aguardábamos en un búnker a ser rescatados por alguna nave espacial que nos llevase en dirección a Marte, donde parte de la humanidad ya había sido evacuada. Había una pequeña brecha en el búnker y la temperatura se elevaba por momentos. El termómetro había pasado en pocos minutos de los 20 grados a l...

El acosador

Un chico empezó a perseguirme y la verdad es que no me molestaba para nada, más bien me excitaba.

Llevaba varios días con miedo. Me había dado cuenta de que un chico muy misterioso me seguía cada vez que iba a la facultad. Tuve miedo. Pero a la vez la situación me ponía cachonda, porque mi perseguidor era realmente atractivo. Tal vez fuera un admirador. En esos días, la verdad es que ni se me pasó por la cabeza llamar a la policía, a pesar de la insistencia de mi novio cuando se lo conté. El chico misterioso me seguía a una cierta distancia, me observaba, me miraba, y yo le miraba a él, a veces le...

Te entrego mi cola

...me siento toda una putita, una barata,… le digo que le amo, mientras me abro de piernas alzando mi culo; quiero entregárselo esta noche: mi ano virgen será desflorado,...

Respiro agitadamente, con todo mi cuerpo totalmente tembloroso; mi piel vibra al sentir la deliciosa sensación que me regala el contacto de la seda del baby-doll de encaje negro que visto,… el liguero en mis caderas, el delicioso airecito nocturno que siento en mis piernas enfundadas con pantyes a media pierna: me siento toda una putita, una barata,… le digo que le amo, mientras me abro de piernas alzando mi culo; quiero entregárselo esta noche: mi ano virgen será desflorado.

No dice nada, perma...

Mi violación

...tengo mucho miedo por lo que me hará ahora que ya ha saciado a su antojo conmigo. Jadeante, le susurro quedamente, lo único que tengo en mi mente en ese momento: una súplica,...

Es de noche en mi cuarto: estoy sola y comienzo a desvestirme. Cuando ya tengo solo encima mi monísima ropa interior "Victoria Secret" que me compré hace poco, un ruido me hace girar hacia la ventana abierta: ¡ahí hay un hombre!!. Me quedé paralizada, sin reaccionar a nada mientras entraba por la ventana: es alto, musculoso, lleva un pasamontañas negro y por sus manos gruesas, me doy cuenta que es de raza negra. ¡Quise gritar, pero como un rayo cayó sobre mí!,… en cosa de segundos me toma de un brazo...