El club, mi novio y el camarero
Mi novio y yo decidimos ir a un club de swingers y... veamos qué pasa.
El club
No podía creer que estuviésemos allí. Me lo había imaginado miles de veces desde que decidimos ir. Había visualizado un local lúgubre de suelo resbaladizo lleno de gordos y gordas todos feos e incapaces de ligar en el mundo real. Pero no. Si no fuera por esas salas enjauladas que rodean el espacio principal podría parecer cualquier pub de cualquier ciudad. Es verdad que, entre el gentío, se dislumbra algún rítmico y sospechoso movimiento de cabeza, se oía algún que otro jadeo demasiado a...