El reencuentro con las hermanas

Guille, un chico de 16 años, se reencuentra con sus amigas de la infancia, Mireia y Ángela, con las que compartió excitantes momentos.

EL REENCUENTRO CON LAS HERMANAS

Algunos recuerdos de mi infancia acudieron a mi cabeza aquella noche. Eran excitantes, pues mi relación con ellas, con las hermanas, había sido más próxima de lo normal. Ahora, seis años después de aquellos encuentros me encontraba de nuevo frente a ellas; habían crecido y seguían igual de guapas. La mirada infantil e ingenua había desparecido de sus rostros y supuse que sería normal. Lo que no tenía tan claro es si ellas recordarían, si soñarían con esos momentos...

Calor

Su piel era suave, y su cuello olía a aire fresco, aspiré su aroma, cerré los ojos y me dejé llevar por las sensaciones...

CALOR.

(Dedicado a SexDevil, por darme la inspiración necesaria para escribirlo. Y quiero decirte, que para mí es un honor ser tu musa inspiradora. Un beso tierno.)

Miradas de deseo.

No era la primera vez que aquella bella mujer, de unos 30 años entraba en nuestro bar, pero sí fue la primer vez en que me fijé en ella. Venía muy acalorada, sudando y casi parecía que iba a desfallecer. Nada más entrar, se sentó en una silla y mirándome fijamente a los ojos me dijo:

Guapo, tráeme...

El Piano

En algún lugar de San Sebastián...un músico y ella. (Dedicado a mi amiga MJ y su teclista favorito)

EL PIANO

Te contemplaba desde un rincón de la habitación. Tus dedos largos recorrían el piano arrancando los sonidos. Las notas graves retumbaban en mi vientre y las agudas recorrían mi columna, mientras yo me iba escurriendo pared abajo.

Tu pasión se explayaba sobre el ébano y el marfil de manera sumamente erótica, tu rostro expresaba súplica y tus manos ansias, mientras los ojos estaban en otro mundo.

Las manos se movían alternando movimientos ágiles y apenas perceptibles con otros...

Esclava por una noche

Acepté ser la esclava de Ernesto, aunque en ese momento estava de novia con Juan. Fue sólo una noche, pero lo que me hizo sentir no lo he vuelto a vivir nunca. Fueron los orgasmos mas maravillosos de mi vida.

Esclava por una noche

Lo que voy a contarles hoy me sucedió hace ya diez años. En ese entonces yo estudiaba empresariales en la Complutense y vivía con mis padres. Salía con Juan. Nos decíamos novios y habíamos hablado alguna vez de irnos a vivir juntos. Pero alquilar algo en Madrid en aquella época (y más ahora) es algo que no podíamos permitirnos. Juan era bastante amigo de Ernesto, desde hacía años, creo que desde el instituto. Ernesto tenía más dinero que nosotros y podía permitirse tener su...

Solo fue una noche...

La historia de una noche especial, donde todos mis prejuicios y miedos saltaron por los aires.

Sólo fue una noche...

Tengo 39 años y perdonen que no les de mi nombre. El e-mail de abajo es de fantasía. Entré en esta página de relatos casi por casualidad (una amiga me dijo que a veces se leen cosas interesantes, aunque no siempre), y me gustaron algunos de los relatos. Y se me ocurrió contarles lo que viví hace un par de años.

Soy divorciada de hace varios años, y no he tenido hijos. Al principio no quisimos, y luego nuestra pareja se deshizo. No creo que esté como para rodar un anun...

Las aventuras de Mati

Es el pibe mas popular del colegio y ninguna mina puede decirle q no. Y el lo sabe.

Las aventuras de Mati

Capítulo 1

  • Un recreo normal -

Un día de colegio como cualquier otro, sonó el timbre. A Mati se le paro la pija: sabía  lo que eso significaba. Era recreo, y como todos los recreos iba a venir su novia Estefi a calentarle la verga y a dejarse manosear deseosa. Estefi era una de las minas q más buenas estaban del colegio: tenía un culo y unas tetas que hacían matarse a pajas a tres cuartos del colegio, una cinturita así de chiquita, y se movía y hablaba co...

14: 10

El metro de Madrid, un lugar donde se inician historias que pocos imaginan...

14:10

El calor circulaba por el andén del metro en oleadas sofocantes que arrastraba la gente que iba llegando poco a poco. Madrid estaba a 40 grados. Era casi la hora. Un tren acababa de abandonar el andén, y la marquesina ya anunciaba: "Próximo tren, 4 minutos".

Era en ese. Ese era el tren en el que debías venir. El de las 14:10.

Todo empezó lentamente, hace tal vez unos 3 meses casi sin darme cuenta. Percibí tu mirada por primera vez un día cualquiera, llegando ya a mi estación, d...

Viaje al centro de una morocha infernal

Vestía un pulóver rosa y un jean azul, que marcaba muy bien las curvas de su culo. Apenas el tren partió de la estación comenzaron a circular ideas por mi cabeza. El morbo se adueñó de mí y mi mano izquierda se acerco lentamente al hermoso culo. Hasta que hizo contacto, muy suavemente.

Hola fieles seguidores, en esta ocasión decidí narrarles uno de mis más calientes viajes en tren. Espero que lo disfruten al igual que lo hice en aquella aventura (tenía 20 años).

Esa mañana subí como todo los días, y como viajo en la hora pico, los vagones están repletos de gente. Me ubiqué por la mitad del vagón, y noté que a mi izquierda había una mujer muy linda (aunque en ese momento sólo podía verla de espalda a mí). Tenia pelo negro y lacio, cuyo largo se extendía por su espalda por debaj...

Lo delicioso que puede ser el sexo

Empece por besarle el glande y poco a poco lo introduci en mi boca que estaba tan sedienta cuando el me propuso hacer el 69...

Lo delicioso que puede ser el sexo.

No cabe duda que cuando eres estudiante tienes mas oportunidad en el sexo. Les contare algunas de mis experiencias mientras cursaba la Uni. Comenzare por describirme: 1.77 mt, cabello largo negro, ojos grandes del mismo color, curvas no las perfectas, pero son 94-66-89 y he de decir que lo que mas me gusta es mi boca, muy carnosa que algunos de mis amantes calificaban como de gran „mamadora"

Narrare una de mis aventuras con un amante al que llamaremos Ed...

La crueldad del amor

Relato más bien erotico y con grandes connotaciones amorosas.

¿Cuánto hacía que no veía el sol? Cielos, creo que ya llevaba un mes encerrado en mi casa, sin salir. La verdad es que había pasado rápido. Pero había sido completamente ineficaz. De nada me había servido. Llorar amargamente, gritar el nombre de Diós cientos de veces, acusándole de mí desgracia, golpear las paredes con mis puños desnudos, hasta el punto de hacerlos sangrar, e incluso creo que de romperme algún hueso, solo me había servido para recordar su nombre cada día un poco más.

Visto que t...