Abrí a dos rubias que llamaron a mi puerta 7

Ía, la rubia le dice a Tomasa que está embarazada y le ofrece hacer un retrato de su retoño. El sueco al oírla y creyendo que es un juego le ruega haga otro mezclando mis genes con los de la pelirroja. Al oír que iba a hacérselo, la joven se enfada quejándose que sigue virgen.

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Al volver a la casa, nos encontramos a Erik totalmente desconcertado con las implicaciones de mis patentes. No solo era una cuestión del salto tecnológico que representaban sino de la sencillez de los planteamientos en los que se basaba. Por ello nada más aparecer por el salón, se levantó y cerró el acuerdo con un apretón de manos, diciendo que era un honor poder participar en esa empresa. Tal y como me habían anticipado, el rubio estaba entusiasmado con el vuelco que produciría en la humanidad e...

Un gilipollas en la oficina 7

Las vacaciones.

…Vacaciones:

Un chuletón en su punto, que gane tu equipo, una tarde fantástica con una chica guapa o el primer día de vacaciones, momentos fantásticos de una existencia cuestionable.

Tras una semanita en la playa pegado al móvil y con la moral por las nubes, una bolsa de deporte y una mierda de ganas de hacerlo, cojo el coche para ir al pueblo. Es un sitio bonito en la sierra perfecto para descansar, pero está lleno de malos recuerdos o lecciones de vida, ambas van de la mano. Me repito al de...

La pandemia hace extrañas amistades.

Empecé a hablar con una amiga con motivo del confinamiento. Eran tiempos duros para quienes vivíamos solos por lo que el acercarnos los solteros son cosas naturales

Llevábamos unos días con el run run del confinamiento, el contagio del coronavirus se estaba yendo de madre y los mensajes de amigos médicos indicaban que la famosa enfermedad china no era una broma y que las unidades de cuidados intensivos estaban llenos en todos los hospitales de Madrid.

Era cuestión de tiempo que el presidente del gobierno comunicase al país que empezábamos un confinamiento que después de los primeros 15 días nos dime cuenta que la cosa iba para largo.

A Sara la conocí un par...

Seduciendo a mi profesor -6

Dejo que el pene de Javier se hunda dentro de mí. Una felicidad orgásmica me atraviesa. Javier derrama su semilla dentro de mí, tanto que escurre. Todo el camino hasta sus testículos. Mis mejillas se sonrojan cuando cae en la silla.

Patricia: Es probable que sea el conserje.

Javier me tira mi ropa y empieza a ponerse la suya.

Javier: ¿Qué hacemos?

Patricia: Por la ventana.

Javier: Sabia que no debíamos haber hecho esto.

Ambos nos vamos hacia la ventana.

Patricia: Si nos damos prisa no nos pillarán.

Ambos salimos por la ventana y corremos hacia la camioneta. Riéndome por la explosión de adrenalina, arranco la camioneta. Nos dirigimos hacia la carretera todo un kilómetro antes de qu...

Historias de una pareja morbosa

Historias de una pareja muy morbosa

Estimado lector, soy nuevo en esto de escribir, así que agradeceré cualquier tipo de critica constructiva que me hagáis, para poder mejorar cada día.

Lo que aquí escribo son experiencias vividas por mí y mi pareja o lo que a mí me hubiese gustado que pasase en esas ocasiones, decidid vosotros que es real y que inventado.

Empezaré por presentarnos, yo soy Javier y ella Alicia, yo soy grande, alto, ancho, con algo de calva y con una incipiente tripa, y en cuanto a mi miembro, es normal de largo, p...

Mi compañera de trabajo

Tengo sexo con mi compañera

Buenas, me llamo Fernando, su de Madrid y voy a contar mi experiencia. Primero voy a describirme. Soy un chico de cuerpo normal, mido 1.80, tengo los ojos verdes y soy rubio.

La historia que voy a contar sucedió hace 2 años aproximadamente. A mi trabajo entró una chica que venía de una empresa de trabajo temporal, se llamaba Alba. Era una chica de 26 años, morena y de ojos marrones. La chica era mona, no era una chica espectacular, pero tenía su morbo. Los primeros días no hablamos casi nada, pero a l...

Noah, una buena amiga

En un desplazamiento por motivos laborales conocí a Noah y, aunque yo no confiaba en ello, terminamos siendo muy buenos amigos.

Me enviaron “voluntario” a esa ciudad de la costa mediterránea para una sustituir a un compañero que había sufrido un accidente y andaba con una pierna escayolada hasta la cadera. Bueno, eso de que “andaba” es una licencia que me he permitido, por que andar, lo que se dice andar… más bien se columpiaba en dos muletas.

Acepté sin muchas protestas porque siendo de tierra adentro, pues la verdad, no es que me importara mucho pasar el verano cerca del mar, en un apartamento (que no estaba cerca del mar pe...

LEON- Tercera parte

Dos días con el amante. Hay que aprovechar al máximo que luego se vuelve a la realidad...

Me despierta el sonido de la alarma y salgo sigilosa de la cama para no despertarle. Después del reencuentro y la noche, mejor le dejaba dormir.

Me preparo el café, me doy una ducha y enciendo el ordenador. Lo primero que me encuentro es una reunión a las 10.30. Pfff, empezamos bien.

10.45 de la mañana; asoma a la cocina.

  • Buenas - pongo el mute para que no me escuchen en la reunión -Hice café, no sé si te gusta. Y en la encimera hay cosas para desayunar.
  • Buenas, marcho pa la ducha. ...

Barbacoa con los amigos (I)

Nos vamos de barbacoa al chalet con piscina de unos amigos

Parece que os han gustado las aventuras con Paula así que voy a seguir contando más. Para esta aventura  no es necesario leer los relatos anteriores, pero si se aconseja para conocer a los personajes


Corría primavera y ya empezaba a hacer buen tiempo. Una semana nos llamaron una pareja de amigos con los que nos solemos juntar bastante. Él es amigo mío de toda la vida, y los padres de él tienen bastante pasta y tienen una casa bastante grande. Tiene una piscina cubierta, de manera que no te p...

Lujuria desatada

En Santa Irene, un convento perdido de la mano de Dios, una joven novicia es víctima del influjo de un demonio. Solo hay un hombre que podrá ayudarla: Blackwodd, exorcista y cazador de demonios.

1. La novicia.

Hacía frío. Una mujer cubierta por una manta observaba el cielo nocturno con expresión melancólica desde una de las pequeñas ventanas del viejo convento de Santa Irene, un lugar perdido entre las montañas en mitad de ningún sitio. Sonreía, feliz por primera vez en mucho tiempo pese a que no podía dormir. ¿Cómo iba a hacerlo? Era su primera noche en aquel lugar después de que esa misma tarde ingresase como novicia. Había soñado con servir a Dios durante mucho tiempo y ahora, por fin...