Una historia sencilla
Historia de dos jóvenes. Se conocían desde hacía algunos meses, pero hasta aquel preciso momento no había habido una relación tan estrecha entre ellos.
Ella abrió lentamente los ojos y miró a su alrededor. El cuarto se hallaba en penumbra, tan sólo entraba la tenue luz naranja de las farolas de la calle. El pequeño cuarto estaba austeramente amueblado, tan sólo la cama, la mesa de noche, un pequeño armario, un escritorio, una incómoda silla un pequeño aparato de música y algunas estanterías con libros y discos. El colchón donde dormía era duro pero confortable. A su lado, de espaldas, dormía el compañero con quien había compartido gozos pocas horas antes,...