No hay dos sin tres
Saludos a todos. No sabía bien en qué categoría incluir este relato, pues hay un poco de todo: masturbación femenina, el descubrimiento del sexo con una mujer y un trío MHM. Espero que lo disfrutéis.
No hay dos sin tres
Nos conocimos en el supermercado, haciendo la compra. Me abordó, consultándome algo acerca del jabón para la ropa. Alto y muy delgado, moreno con canas, más cerca de los sesenta que de los cincuenta. Me taladró con la parte de su cuerpo más inquieta y chispeante: sus ojos. Mientras me hablaba, apenas apartó la vista del escote de mi blusa. Cuando me alejé, vi de reojo cómo saboreaba el contoneo de mis redondas caderas, enfundadas en una estrecha falda negra. Me pareció un vie...