Un deseo de recién casada
Deseaba volver loco a mi marido.
Un deseo de recién casada.
Era un bikini mínimo, apenas me cubría los pezones y la rajita de la concha, quedaban al aire las lolas y las nalgas. Me miré en el espejo, era una bomba sexual. Y lo quería ser. Tenía que lograr algo en mi viaje de novios.
Me había casado. Una ceremonia sencilla. Por mi parte sólo habían estado mis hijos y sus parejas y mis cuñados y su hija. Por parte de Santiago, su hermanastra y su jefa que además era mi socia. Boda en el juzgado a la mañana, almuerzo por todo lo a...