Dani, segunda parte.
Lee la primera parte antes, sino te parecerá corto.
Él me hizo girarme poniéndome boca arriba. Sentí el aceite en mi pecho, sus manos lo extendían con delicadeza pero mis senos estaban a punto de estallar. Parecían más grandes que nunca. Estaba hechizada sin saber qué hacer. Él dejó los pezones para el final. Cuando sus dedos resbalosos comenzaron a acariciar mi areola y hacer cosquillas en los pequeños botones, sentí escalofríos.
Su boca tomó el relevo de sus manos, pensé que iba a llegar al clímax. Jamás me habían puesto en un estado semejante de fre...