De compras con mi vecina
Una historia
Cada mañana, ella salía a correr, y desde la fiesta de año nuevo yo no había podido sacarme su cuerpo de la mente, ella era preciosa y el ejercicio resaltaba mas aun su belleza, el sudor que corría por sus pechos apretados dentro de una blusa ceñida, mientras se balanceaban de un lado a otro como hipnóticos péndulos que , me incitaban a tocarlos, y sus piernas enfundadas en un apretado leggins que lamian deliciosamente su silueta, pegándose a su culo de forma tan perfecta que su ropa intima que, por lo regu...