El retiro (4)

Hay que consolar a nuestra hermana

Me levante algo culpable por la pequeña fantasía que tuve con Ana, la verdad, no me gustaba la idea de que esa chica se automarginase de esa manera, el temor que debía vivir cada día a perder las escasas amistades, a que su familia descubra su enfermedad, decidí romper mi promesa, fui a ver al obispo, estaba con Sor Desiré y Sor Milagros que se la estaban chupando.

-¡hola! ¿qué te trae por aquí? ¿hay algún problema? – me decía el obispo.

-podríamos hablar a solas – le dije yo.

-no te p...

Beatriz 13

Vencí a Braulio, le quité tanta vida que es probable que muera, pero no me importa, pues de ahora en adelante estaré preparada para lo que venga. FIN de la serie. (Autosatisfacción).

Beatriz

Capítulo XIII

Braulio cayó de espaldas, inerte y laxo, lo recuerdo muy bien, como si hubiese sido en cámara lenta. Benny reaccionó entonces, me tomó con fuerza del pelo y me gritó que lo dejara. Fue lo último que me gritó, pues como un rayo algo entró a por la ventana, rompiéndola en mi pedazos. Reconocí inmediatamente a la enorme "Pantera", enfundada en un traje de cuero negro. Como una ráfaga se le fue encima, lo tomó de los hombros y lo lanzó contra una ventana como un bulto lan...

Beatriz 12

Nuestra violación sigue, Braulio y sus 2 hijos hacen con Gisel y conmigo lo que se les da la gana. Pero algo nuevo está pasándome, un nuevo poder está naciendo en mi interior y mientras más me someten siento que se hace más grande. (Sexo no consentido de una madura y una jovencita).

Beatriz

Capítulo XII

Entraron a la sala los 2 hijos de Braulio, Braulio Jr. y Benedicto, con Gisel en 4 patas y jalada de una correa. Lloraba en voz baja, la dejaron sentada en el suelo frente a mi, se tapaba la cara con las manos. No sabía, no tenía ni idea de lo que ese degenerado estaba dispuesto a hacernos.

Bueno Gisel, empezá de una maldita vez… y esto va para las dos, ¡si no hacen todo lo que les ordene de ahora en adelante, van a pagarlo caro!

Ella, hecha un mar de ll...

Beatriz 11

Aquel salvaje ataque no llega a su fin, y cuando por fin lo creí, vi entrar a los 2 hijos de Braulio trayendo, en 4 y jalada de una correa cual perra, a la sumisa e indefensa Gisel... perdón por el atraso. (Sexo con una madura no consentido).

Beatriz

Capítulo XI

Je, je, je, sos una perra genial… pero ni creás que ya acabe contigo, apenas estoy empezando… – me dijo el tipo que me estaba violando.

Volvió a meter su mano entre mis piernas, ni pensé en cerrarlas, tan sometida me tenía. Con sus dedos pulgar e índice tomó mi clítoris y lo empezó a frotar, primero con suavidad pero pronto con fuerza, mientras que su otra mano llegó a mis tetas para volver a tocármelas y ponerme los pezones duros otra vez. Mi cuerpo no tardó...

Dos argentinas 1

Un sabado por la noche mi amigo Marcos y yo conocimos a dos argentinas que nos cambiaron la vida.

Aquel era un sábado por la noche como cualquier otro, se podría afirmar incluso que terminaría como todos los anteriores, marchándome medio borracho hasta casa para meterme en la cama. Pero todo empezó a cambiar cuando estando en un bar mi amigo Marcos se me acerca y me dice:

  • Juan tú eres un fan de Joaquín Sabina ¿no?

  • Joder Marcos ya sabes que me conozco todas sus canciones de memoria.

  • Entonces acompáñame que te tengo que presentar a alguien.

Caminé tras mi amigo hasta el fo...

Little Jessy en el salvaje oeste

Historia del salvaje oeste, con duelos, pasión y mucho sexo.

Little Jessy en el salvaje oeste

Dejó correr el plan y se abandonó a sus sensaciones. Loco Peck seguía masturbándola a buen ritmo, ahora con tres dedos. La otra mano empuñaba el revolver que le apuntaba directamente a la cabeza. Era una situación excitante. En cualquier momento podía morir o podía llegarle el orgasmo

El sol estaba en lo alto, asfixiando las desoladas calles de Tyrell City. Un caballo y su jinete se acercaban por el camino de entrada a la ciudad. Aquel era un pequeño pueblo...

Beatriz 10

Gisel no está, se ha ido, pero algo me decía que Braulio tenía que ver. Y cuando trataba de dar parte a la policía fui atacada y metida dentro de una camionetilla. Allí fui salvajemente violada otra vez. (Sexo no consentido, madura, voyerismo).

Beatriz

Capítulo X

"Donk, donk, donk", unos fuertes golpeteos en la puerta de mi habitación me hizo abrir los ojos, me dolía la cabeza como si estuviera de goma (en otros países le dicen resaca), confundida, no sabía ni qué hora era, menos el día.

Señora… señora… se siente mejor… – era la voz de Ixcamil que me hablaba desde afuera.

¿C… có… cómo? – fue lo único que atiné a responder, ella abrió y entró.

¿Ya se siente mejor señora? – me preguntó la muchacha, que entró c...

Beatriz 09

Luego de tener ese mismo sueño erótico y tormentoso, fui llevada por arte de magia a un lugar extraño, localizado en ningún lugar, a conocer al extraño ser, responsable de todo lo que me estaba pasando. (Orgía, exhibicionismo).

Beatriz

Capítulo IX

Desperté sobresaltada, con el corazón acelerado y mojada, tanto del sereno de la noche como de sudor, nuevamente me encontré tirada sobre la grama detrás de mis rosales, desnuda. Me enderecé instintivamente y volteé a ver hacia todos lados buscando a mi marido, pero ya no estaba… tampoco mi ropa, por más que a busqué no la encontré. Titubeantemente me puse de pié, aun era noche, pero el cielo se veía claro, probablemente era de madrugada, talvez las 3 de la mañana. Dudé...

Los mejores años de mi vida (2)

En esta parte les cuento como conocí a Yohanna, los gustos que tiene me vuelven loco.

Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que la vi, estaba entrando a mi edificio, en un conjunto de apartamentos, en la entrada estaban un grupo de hombres bajando el trasteo del nuevo arrendatario del apartamento 501, cada piso se divide en dos apartamentos, esté estaba vacío desde hace un poco más de un mes, lo cual me daba cierta tranquilidad al no tener vecinos bulliciosos, yo vivía en el 502.

A los pocos metros de la entrada la vi, estaba de espalda con un pantalón azul claro descaderado...

Tiempos de hambre, pobreza y sexo

La vida puede ser puta a veces, y otras no tanto... primera entrega.

Tiempos de hambre, pobreza y sexo.

  • Sal de aquí, rata apestosa. No quiero volverte a verte en lo que te queda de vida. Reniega de esta familia porque nunca más te daremos cobijo.

La puta ramera de Anastasia, mi madrastra, tenía la culpa de que mi padre hubiese muerto tan joven. Con 45 años, había fallecido mientras cenábamos soltando espumaraje por la boca. El médico del pueblo sentenció que había sido envenenado, pero nunca se supo quién lo podría haber envenenado. Bueno, en realidad yo sí l...