El retiro (4)
Hay que consolar a nuestra hermana
Me levante algo culpable por la pequeña fantasía que tuve con Ana, la verdad, no me gustaba la idea de que esa chica se automarginase de esa manera, el temor que debía vivir cada día a perder las escasas amistades, a que su familia descubra su enfermedad, decidí romper mi promesa, fui a ver al obispo, estaba con Sor Desiré y Sor Milagros que se la estaban chupando.
-¡hola! ¿qué te trae por aquí? ¿hay algún problema? me decía el obispo.
-podríamos hablar a solas le dije yo.
-no te p...