Mi historia 2. Por Andrea
Taleb el comprador de mi primer piso.
Marta me recibió algo perpleja. La sorpresa se reflejaba en su rostro. No suelo ir por la oficina y, desde luego, nunca lo había hecho sola. Siempre que he visitado la inmobiliaria de mi esposo lo he hecho con él.
Marta se levantó de la silla como un resorte al verme. Es extremadamente simpática. Yo creo que en realidad es más lista que un demonio y sabe que esa amabilidad es para su empleo una especie de seguro de vida.
- Hola Andrea. ¿Cómo tú por aquí?-
Me tomó de la cintura...