Un relato para todos (I)

Una historia para todos.

Bretreito Miller

Siempre las cosas terminan por pasar. Es como ser jalado por cincuenta briosos caballos, la resistencia que uno empeña no es nada. Así me sentí una noche, mientras empinaba mi taza de café y acababa con el último trago. Di vueltas en la habitación con esa mezcolanza de sensaciones en mi vientre y en todo lo bajo de mis piernas, en el cuello y la punta de mis dedos, y, sobre todo, en mis genitales. Salí y bajé las escaleras con prisa, afuera respiré hondo y paré intempestivamente toda...

Quiero...

Quiero......

Quiero acariciarte entera, recorrerte con fuerza, apretarte en cada rincón, acariciarte sin cesar.

Recorrer tu físico duro y delicioso, arañarte la espalda , aspirar tu aroma sudoroso, apretarte las caderas contra la mía, para que sientas mi miembro endurecido refregarse contra ti.

Con mis dedos hacer saltar los botones de tu blusa y que el aire invada tus pechos expuestos ante mis ojos y mi boca, subir tu falda con mis manos y que nuestra piel se caliente con el roce de la yema de los dedos.

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El juego de la silla

Una fiesta, una pareja voyeur/exhibicionista y con ganas de divertirse, unos asistentes a la fiesta con muchas ganas de disfrutar y buen ambiente y tenemos uno de los mejores relatos de intercambio de parejas/voyeur/exhibicionistas de toda la web.

Hace unas semanas, mi esposa Elena y yo asistimos a una fiesta en la casa de un amigo suyo. Era algo informal, nada de etiqueta y mucha bebida y comida. Había aproximadamente allí 15 ó 14 parejas, todos casados y sobre los treinta. Era un fin de semana festivo y todos estábamos un poco mas alegre de los normal gracias a la bebida. El anfitrion había hecho los arreglos para que aquéllos que vivieramos en "el más allá" pudieramos dormir en su casa. Esto hizo que la gente se deshinibiera bebiendo un poco más d...

Leticia

Leticia...

La primera vez que ví a Leticia fue hace tres años y medio. Llevaba puesto un vestido floreado transparente y con el sol le podía ver una minúscula tanga que destacaba sus formas bien redondeadas. Sus piernas bronceadas estaban bien a la vista dado que tenía dos cortes hasta la parte alta de sus muslos. Inmediatamente me acerqué y le pregunté si hablaba francés, me dijo que si y la invité a beber algo, dado que eran las tres de la tarde y hacía un calor insoportable.

Nos dirigimos a un bar próximo y c...

Noches de Verano

Noches de Verano...

Los hechos aquí narrados no tienen nada que ver con la realidad, es pura fantasía del autor...(o no?)

La siguiente historia ocurrió durante este verano...

Me encontraba en la playa realizando un trabajo y me contacte con una chica que conocí a través de Internet y la invite a compartir un par de días conmigo, pues hace mucho que deseábamos estar juntos un par de noches... todo resulto bien y nos encontramos en la playa, y en ese cuarto ocurrió lo que te cuento:

La recibí en mi cuarto, me h...

Sin medir las consecuencias (III)

Sin medir las consecuencias (III)...

El centro de control de la empresa de seguridad que había sido contratada para vigilar el polígono industrial estaba totalmente tranquilo en aquel atardecer de verano. Desde una pequeña habitación en un extremo del complejo se controlaban las cámaras de control remoto instaladas en las naves industriales y las calles principales. Asimismo se recibian los partes de radio de los vigilantes que por parejas hacían rondas en sus coches todo terreno.

Mediante un ordenador se accedía a las bases de datos con...

Sin medir las consecuencias (IV)

Sin medir las consecuencias (IV)...

Las imágenes se repetían en su cabeza con insistencia. A través de la cámara de vigilancia había visto a la chica de aquella empresa masturbarse furiosamente una tarde de sábado, en su puesto de trabajo, delante del ordenador. Ella misma, vigilante jurada, de servicio en los monitores, había sentido una curiosa excitación al ver a quella mujer semidesnuda jugar entre sus piernas con sus dedos, introduciéndose el mango de un abrecartas y luego muchas más cosas a lo largo de casi dos horas. Había llegado el r...

Sin medir las consecuencias (V)

Sin medir las consecuencias (V)...

Paula tardó poco en coger el coche y llegar a casa de Fernando. Venía de rondar junto a la casa de la chica de la empresa, aquella a la que había visto a través de los monitores "jugando" frente a su ordenador. Había salido a la terraza justo cuando ella pensaba ya en marcharse. La observó tender su ropa interior y sintió que la excitación crecía en su interior, recordando las escenas de esa misma chica masturbándose. La llamada de Fernando la sacó de su ensoñación. Decidió que Fernando "calmaría" el fuego...

Una gota y un dintel (I)

Un amante sorprendido. Por varios hechos: la fuerza de la gravedad y sus malas y buenas pasadas; la conciencia de su cuerpo despertada por su amante; el instinto de marcar los territorios, que comparten humanos y animales. Todo ello unido al marido que le encuentra en indecorosa situación...

Heme ahí. Parado. Titubeante. En una mano cargo mis zapatos y en la otra mi ropa. Estoy parado sobre el dintel de una puerta, tal como si se tratase de una estatua de un santo milagrero, como si fuera un mágico jesuita, como si fuera la pesadilla de Edgar Allan Poe de un marido. ¿Qué he hecho para estar en ese instante ahí? Déjenme contarles que todo empezó, como casi todo lo que empieza, en el suelo.

Esa tarde iba caminando feliz y ansioso por una acera. Dejaba que el ruido de las calles se agolpara...

Una gota y un dintel (II: La versión de Amanda)

La visión desde el prisma femenino de esta peculiar e inquietante historia.

Las flamas siempre me incitan a viajar hacia dentro de mí. Esta vez pensaba que Pablo y yo habíamos tenido ya varias discusiones por la misma situación. Él decía que yo era estéril, yo decía que él era el estéril. La diferencia entre él y yo era desde luego que para él parecía que todas las cosas importaban más que el hecho de tener un bebé, y esa situación se podía notar muy fácilmente con una pregunta muy concreta: ¿Has ido al médico para que determine si tienes un problema reproductivo?.

Cuando uno...