Merche y sus guarradas con los albañiles
Una vez más la cerda de la rubia de Merche se supera. Cuidado los de estómagos delicados.
En esta ocasión Merche no tuvo que buscar muy lejos a los machos para sus guarradas. En un piso, unas plantas más arriba que el suyo, estaban haciendo obras. Y eso quiere decir albañiles. Tíos sudados, bordes, sin lavar… Todo lo que ella buscaba. Ya se había cruzado con ellos en alguna ocasión en el portal por la mañana temprano cuando llegaban; en otras ocasiones, se los cruzó por las escaleras cuando ellos bajaban o subían algún material. Más de una vez se tuvo que reprimir al cruzarse y llevar alguno de...