Froteurismo en el metro
Tenía ganas de guerra así que me subí en el metro hasta la bola de gente.
Me encontraba sumergida en medio de una de mis crisis de apatía de las que me costaba horrores salir. No quería hacer absolutamente nada. Mis amigas me insistieron. Querían que fuese a la Feria de Sevilla con ellas. Un rato, venga. Decidí salir de mi horror y abrí el armario para vestirme. Hacía un calor espantoso. Me puse un vestido muy corto azul con un poco de vuelo y me miré al espejo. Cuando vi lo corto que me quedaba me dio un vuelco al corazón y comencé a excitarme muchísimo. Tenía que viajar en...