Durmiendo con mi enemiga
La vi levantarse de su silla y dirigirse hacia mí, me sentí totalmente abrumada, gire en sentido contrario y me refugie en mi copa de vino, la sentí sentarse a mi lado y su perfume me invadió
Estaba sentada sola en aquella elegante fiesta, tenía un cigarrillo en una mano y en la otra la séptima copa de la tarde, estaba nerviosa, ella me observaba continuamente, tenía una seguridad y una firmeza en la mirada que me hacían mirar hacia otro lado, ella sabia quien era yo, sabía que tenía meses durmiendo con su esposo, mi jefe; no era como él la había descrito, una mujer insegura, vieja y aburrida, ella proyectaba seguridad, madurez y era muy atractiva, los hombres la miraban al pasar, estaba metida...