Mi amante yago
Descorre la tinta de su mano, un soplo de erotismo terso... Preámbulo de viento atormentado... Presagio pasional y desmedido Sentimiento impropio del amorfo Sentimiento inexistente en el profano... Conocí a Yolanda, una dama sensual y bella, soberbia mujer de singular inteligencia. Excelente pintora radicada en Nueva York. Nos hicimos amigas íntimas, debido a determinadas circunstancias, durante una exhibición. Cierta tarde, sentadas a la orilla de una alberca en Beverly Hills California, ella permanecía meditabunda y durante segundos, quizá vislumbré un gesto doloroso en su bello rostro. Ante mi interrogante, se desahogó mediante una catarsis psicológica, narrándome entrecortadamente por la turbación del momento, la tormentosa relación que sostuvo con un hombre que conoció en un momento de su vida, la cual duró varios años. He aquí el relato de aquellos hechos:
MI AMANTE YAGO.
Descorre la tinta de su mano, un soplo de erotismo terso...
Preámbulo de viento atormentado...
Presagio pasional y desmedido…
Sentimiento impropio del amorfo…
Sentimiento inexistente en el profano...
Conocí a Yolanda, una dama sensual y bella, soberbia mujer de singular inteligencia. Excelente pintora radicada en Nueva York. Nos hicimos amigas íntimas, debido a determinadas circunstancias, durante una exhibición.
Cierta ta...