Aquellos labios que recorrian un cuello
El sonido de las aspas del ventilador se escucha suave y lento. El aire acaricia nuestra piel. La luz del sol se convierte en vouyer por las rendijas de la persiana entre abierta.
AQUELLOS LABIOS QUE RECORRIAN UN CUELLO
El sonido de las aspas del ventilador se escucha suave y lento. El aire acaricia nuestra piel.
La luz del sol se convierte en vouyer por las rendijas de la persiana entre abierta.
Tu cuerpo se extiende ladeado sobre la cama barnizado por el calor del verano.
Sin abrir tus ojos, sientes mi cuerpo acercándose al tuyo. Sientes unos labios húmedos que recorren tu cuello sin prisa, decididos.
Una mano recorre tu cadera contando cada ce...