Fueron sus ojos (3)

Llegó el momento en el que deje de tener control alguno de la situación.

El recuerdo de mi segunda noche con Víctor me persiguió varios días. No me cabía duda de que era un hijo de puta sin sentimientos que no tenía ninguna consideración conmigo. Me utlizaba, se aprovechaba de mí, hacía que me comportara como una golfa y cuando se cansaba me echaba sin miramientos. Cada vez que recordaba lo que había pasado me enfurecía por haberme dejado entrar en su juego y acababa llorando de rabia.

Álvaro trataba de entender qué me pasaba, pero me dio por imposible. Supuso que es...

Ana de vacaciones (9)

Las fantasias de Ana se desbocan. Marta esta cada vez más comoda, y Montse se una a sus hijas.

Era jueves, el día que llegaban mis padres. Me levanté sobre las ocho de la mañana, no había dormido muy bien, echaba de menos a Hicham a mi lado. Seguí mi rutina habitual de aseo personal. En el espejo comprobé que aun conservaba las marcas de moratones y mordiscos que me había hecho Hicham en los pechos y el culo, sentí una punzada de nostalgia, esperaba que lo estuviera pasando bien con Marta. Estaba desayunando, sobre las 9 de la mañana, cuando sonó mi móvil.

Sí – contesté.

Ana, soy y...

Mi desayuno

El perro, siempre es el mejor amigo de un Amo (o Dueña).

En el suelo de parqué, resonaban los zapatos con tacón metálico. Avanzaba envuelta en su traje de látex negro. Iba con una coleta cogida por unas gomillas rojas y en su mano derecha llevaba una pequeña fusta acabada en una pequeña mano plana, mientras que en la izquierda llevaba un cubo metálico con agua.

Giró la llave de la puerta de la habitación que había al fondo del pasillo. Escuchó abrirse los cerrojos dobles y penetró en ella. Una leve luz se filtraba entre los visillos que había en la ún...

El oasis de Jufrah (4)

Anuska, sola y sin dinero en Bucarest, comete el error de confiar en la persona equivocada.

EL OASIS DE JUFRAH (IV)

4. La subasta de Anuska.

Confinadas y aburridas en el serrallo del Sheik Abdul Nassim Rahman, las esclavas Anuska e Isabel mataban el tiempo intercambiando recuerdos.

—Tenía catorce años y era primera vez que veía Bucarest —dijo la rubia Anuska en aceptable castellano—. Había pasado toda mi vida en pequeño pueblito de Dejlad. Tú puedes imaginar contraste. Bucarest me parecía enorme...

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La historia de Claudia (9)

Blanca dio por concluida la iniciación de Laura en el dolor y las lágrimas, le ordenó a Claudia que la soltara y la rubiecita se incorporó con esfuerzo, sintiendo que las nalgas le ardían como si se estuvieran quemando. Quedó de pie ante ambas mujeres, sollozando y frotándose el culo a dos manos en procura de aliviar el intenso dolor que sentía mientras Claudia la devoraba con los ojos y crecía en ella el deseo de echársele encima.

La historia de Claudia (9)

Blanca dio por concluida la iniciación de Laura en el dolor y las lágrimas, le ordenó a Claudia que la soltara y la rubiecita se incorporó con esfuerzo, sintiendo que las nalgas le ardían como si se estuvieran quemando. Quedó de pie ante ambas mujeres, sollozando y frotándose el culo a dos manos en procura de aliviar el intenso dolor que sentía mientras Claudia la devoraba con los ojos y crecía en ella el deseo de echársele encima.

La señora se dio cuenta y le...

El primer encuentro

Siempre hay una primera vez para todo. Hay que dar un paso hacia delante, si a lo que se llega merece más la pena.

Me encanta recordar el día que por fin dimos el paso.

Meses antes las charlas por el chat, como tantos otros. Las dudas, las preguntas, las visitas conjuntas a blogs y el comentar lo que leíamos. Notábamos la química, pero teníamos nuestras dudas, como cualquier humano. Si por aquél entonces hubiéramos sabido lo que ahora sabemos, cuanto nos hubiéramos ahorrado. Pero claro, como digo somos humanos, y los humanos damos tres pasos hacia delante y uno hacia atrás... la gran mayoría.

¿Podría se...

Una sutil dominación (1)

De como conocí a la que luego acabo siendo mi feliz esclava.

Con este relato comienzo una serie sobre una de las relaciones más tormentosas, extrañas y excitantes que he tenido en mi vida. Espero que os guste y que esperéis cada capítulo tan ansiosos como yo esperaba cada encuentro con la chica que lo protagoniza.

Nunca en mi vida he conocido a una mujer igual a Marta. El día que la conocí no imaginé cuan lejos iba a llegar en el viaje a lo más profundo y oscuro del sexo que en aquel momento estaba comenzando. Quizás no era mi intención en un primer momen...

Tu castigo

Cuando alguien no hace lo que debe... recibe un castigo justo, casi siempre...

Al abrir la puerta de la casa la vi al lado de la ventana. Un brazo cruzado y el otro levantado, sujetando con sus finos dedos el cigarrillo que fumaba mientras miraba distraídamente por la ventana. Su cuerpo estaba completamente desnudo, a excepción de unos zatos de plataforma que se cerraban con unas tiras a lo largo de su pantorrilla.

Cuando escuchó que la puerta se cerraba, miró rápidamente hacia donde yo me encontraba apagando el cigarro en un cenicero que había próximo.

  • Buenas tard...

Mi puta particular

de como conocí a una puta por internet y la hice mía(basado en una historia que me sucedió)

Este es mi primer relato, espero les guste, comentarios a mi correo, lo dejo a su disposición ojala disfruten el relato.

Mi puta particular

Inició como un día normal en casa, de aquellos domingos en los que uno come mucho y cena poco. Soy de talnepantla estado de México, tengo 20 años y mido 1.76 me gusta la natación, tengo un buen cuerpo, según las chicas con las que me he acostado. Esa tarde me dispuse a checar mi correo ¡!que weba!! 600 Mensajes sin leer, y no teniendo nada que hacer com...

La historia de Claudia (8)

La jornada laboral del lunes transcurrió para Claudia dentro de lo habitual. Salió vestida tal como le había ordenado Blanca. En la calle cosechó piropos y alguna que otra insinuación grosera. Entrevistó a seis comerciantes, dos de los cuales firmaron el precontrato de pautas publicitarias, y a las 5 de la tarde estuvo de regreso en la radio. Ernesto la estaba mirando desde su escritorio. Se le acercó y al saludarlo con un beso en la mejilla le dijo: -Supongo que no comentaste nada. -Quedate tranquila. -le respondió el joven

La historia de Claudia (8)

La jornada laboral del lunes transcurrió para Claudia dentro de lo habitual. Salió vestida tal como le había ordenado Blanca. En la calle cosechó piropos y alguna que otra insinuación grosera. Entrevistó a seis comerciantes, dos de los cuales firmaron el precontrato de pautas publicitarias, y a las 5 de la tarde estuvo de regreso en la radio. Ernesto la estaba mirando desde su escritorio. Se le acercó y al saludarlo con un beso en la mejilla le dijo:

-Supongo...