Entrega
¿Hasta donde es capaz de llegar usted para realizar un anhelo largamente deseado?
Apago el cigarrillo apenas recién empezado y enciendo otro compulsivamente, y ya es el cuarto.
Mis dedos tiemblan incontrolados al hacerlo.
Estoy nerviosa, es evidente.
Mi cabeza es un torbellino de sensaciones.
Miedo, duda, excitación.
Estoy ardiendo y los labios de mi coño se contraen descontroladamente presionando el dildo que llevo incrustado bien dentro de mi.
Me corro no puedo evitarlo ni tampoco deseo hacerlo.
Una oleada de calor y placer emerge desde muy...