Irene la luchadora 3: entrenamiento.
Poco a poco el cuerpo de Irene se va formando para dar espectáculos en las peleas pero a la vez su vida fuera de los entrenamientos con su mentora, Xana, se va complicando
- ¿No quieres que te acerque a casa?- le preguntó Verónica mientras abría la puerta de su modesto vehículo. Irene sonrió sin demasiadas ganas, tenía hambre y sí quería que le acercase, pero le había prometido a Xana, su mentora, que el trayecto que había desde su casa hasta la facultad lo haría a pie.
- No gracias, hoy me apetece dar un paseo- dijo la chica mientras comenzaba a caminar en dirección a su casa.
Xana se había metido en su vida más de lo que esperaba, aparte de aquel...