Esperado fin de semana
Sabía como tenía que hacer la maleta. Prohibidos tacones de menos de siete centímetros, faldas por la cintura y nada de sujetadores. Lo que no se esperaba es que volvería a su casa convertida en una puta.
La conocí hace ahora unos tres años, cuando tenía problemas con su primer marido. Justo al nacer su primer hijo. Era bastante manipulador y la humillaba constantemente, quizá por eso lo dejó, aunque por un tipo bastante aburrido. Cuando nos conocimos se sintió retraída conmigo porque le recordaba a su primer marido. Me gustaba tenerla desnuda, a mi lado, mientras veíamos una película o cualquier programa chorra en el televisor y meterle mano en cualquier momento. Que se pusiera unos tacones imposibles para...