Sofá

Sentado en el sofá. Tú arrodillada con las rodillas separadas.No quiero privarme nunca de ver tu coño. Me gusta verlo siempre mojado. Me gusta tu disposición para ser acariciada en cualquier momento.

Estoy sentado en el sofá. Puedo estar viendo la tele, charlando por teléfono o viendo alguna página guarra. Tú estás arrodillada delante de mí, en el suelo, sobre un cojín, con las rodillas separadas. No quiero privarme nunca de ver tu coño. Me gusta verlo siempre mojado. Me gusta tu disposición para ser acariciada en cualquier momento.

Apoyas de manera relajada tu cara en el interior de mi muslo, a unos centímetros de mi polla. Usas tus manos para jugar con mi polla. Empiezas a jugar con ella desde q...

Sólo dos frases

Como ella solicita que la someta.

Estabas estudiando en el colchón, desnuda, el aire puesto. Yo leyendo en el sofá. Apenas puedo leer, me distraes, tu cuerpo me distrae, como te mueves me distrae. No he podido pasar de la misma página, hasta que me he dado por vencido. Tu coño orientado hacia mí, las piernas flexionadas. Con los pies en el colchón mueves las rodillas de un lado a otro.

Como es habitual, mucha complicidad con un punto de picardía, sonrisas, complacencia, algo bonito, me ha gustado. Tu cambiando de posturas. Tus pies ha...

Deseo en el coche

Hemos quedado con unos amigos para cenar. Vamos en el coche. Me gusta tu mirada. Apenas hemos avanzado unos metros cuando abres las piernas. Me gusta la corta falda que llevas.

Hemos quedado con unos amigos para cenar. Vamos en el coche. Me gusta tu mirada. Apenas hemos avanzado unos metros cuando abres las piernas. Me gusta la corta falda que llevas. Te miro las piernas y a ti te gusta la mirada. Un semáforo me obliga a detenerme.

Te miro mientras te acaricias. Pasas tus manos por los muslos. Los aprietas mostrando tu deseo. Subes las manos desde las rodillas. Pero sin tocarte el sexo. Sabes que sólo lo puedes tocar si te lo permito. Abres las piernas más aún. Para mostrarm...

Masaje

Tumbado boca abajo en la cama, siento su peso y el calor de su cuerpo. Me pregunta si quiero un masaje.

Estoy tumbado boca abajo en la cama con la cabeza orientada hacia la ventana. Tan solo llevo un slip. Te oigo acercarte. Siento el peso de tu cuerpo apoyándose en la cama. Noto el calor de tu cuerpo. La suavidad de tu piel. El roce. Me preguntas bajito, casi pegada a mí si quiero que me des un masaje. Giro la cabeza hacia ti. Veo que estás desnuda. Sonrío. Me gusta tu ardor.

Por supuesto estoy encantado que me lo des. Te lo digo y ahora eres tu quien sonríe con cara de malvada. Me planteo salir huyend...

Atada

Me gusta que te dejes atar. Me gusta por la confianza que me demuestras. Por cómo te entregas a mí.

-Me gusta que te dejes atar. Me gusta por la confianza que me demuestras. Por cómo te entregas a mí.

Te lo digo mientras doy vueltas alrededor de ti. Estás atada por las muñecas. Las manos sobre la cabeza y una cuerda que te obliga a mantenerlas levantadas. Los brazos casi estirados. Me miras sin contestarme. No porque no puedas. No estás amordazada. No quieres.  No quieres para que tu entrega sea mayor.

Acaricio tu cara, con suavidad. Aparto tu pelo para verte bien. Para ver tu expresión. Sonrí...

Playa

En unas vacaciones, una común amiga de mi mujer

Estábamos una noche sentados en la playa después de la cena. En la orilla. Charlando. Picándonos. Se oía el mar llegar una y otra vez. Charlando de cosas serías. Riéndonos… Hacía calor pero la brisa lo hacía soportable. Llevabas un corto vestido de tirantas que dejaba ver los reflejos de tu piel morena.

-Me lo estoy pasando muy bien.

-Me alegro. Esa es la idea al venir aquí.

-Tu mujer no se siente celosa de la atención que me prestas?

-No. Tú te irás y ella seguirá aquí. Sabe que me...

La iniciaciòn

Continuacion de mi primer relato "PROLOGO" Espero que sea de vuestro agrado y me gustaria escuchar vuestros comentarios y recibir mensajes con vuestras reaciones al leerlo, un placer escribir para vosotros

LA INICIACION

Acaba de corregir los exámenes tarde y estaba un poco cansado, me puse la cazadora y llame a mi chofer, cuando Salí, esta ya estaba en la entrada con la puerta abierta, entre y le dije que nos íbamos a casa, yo no vivía en la universidad, mis abuelos me compraron un dúplex a escasos kilómetros de la universidad, llegamos el chofer metió el coche en el garaje.

Vete a dormir, ya no te necesito hasta mañana sobre las 9.

Ella asintió y se fue a su cuarto.

Entre en la ca...

Mientras dormia

Escena

Despierto sobresaltada, me he quedado dormida esperándole. Desnuda, bien abierta y expuesta, sentada en una silla delante de la puerta. Por un momento no sé dónde estoy, pero rápidamente recuerdo e intento incorporarme. Vacilo, no puedo moverme... Mis manos están atadas a la espalda y mis tobillos a las patas de la silla... Ohh!! ¿Dónde está El? Ha venido y no lo he sentido, me ha atado y... ¿Se ha vuelto a ir? No me atrevo a llamarlo, no sé qué hacer. Todos mis sentidos alerta, escucho pasos que se acercan...

El abuelo materno iii

Continuan las desventuras de madre e hija en la casa de los abuelos maternos.

MI ABUELO MATERNO III

…Susana lentamente andaba por el pasillo hacia la habitación de su hija María, procuraba no hacer ruido, no deseaba que sus padres la descubrieran, pues debía permanecer castigada en su habitación. Antes de abrir la puerta de la habitación de María, primero poniéndose en cuclillas miro al piso de abajo echando una ojeada si estaban los padres en el salón. En ese instante su cuerpo se estremeció al escuchar las voces de los abuelos, estaban sentados en el porche, por un momento...

La vida de esclava, ¿la vida mejor?

Una joven es secuestrada y esclavizada, pero tras el trauma inicial, descubre placer en ser un objeto sexual.

Cuando desperté me invadió un terror inmenso. ¿Dónde demonios estaba? ¿Y cómo demonios había llegado allí? Estaba tumbada en una cama sencilla, sin sábanas y con una cabecera de barras de hierro. La habitación era fría, húmeda, sucia, apestaba como el baño de un bar y no tenía ventanas. Había manchas de moho en las paredes y en el techo y junto a ellas colgaban látigos, cadenas y cuerdas. Lo más aterrador era que yo misma estaba atada. En las muñecas tenía grilletes de acero que me encadenaban al cabecero d...