Por una habitación
¿qué estarías dispuesta a hacer para pagar el alquiler?
Aquella chica contaría veintitantos años, o eso era lo que a primera vista traducían sus rasgos aniñados y su piel de terciopelo rosa. Inquieta, revolviéndose discretamente sobre el asiento, parecía que las mejillas le temblaran bajo las negras y larguísimas pestañas como alas de mariposa.
A Inti le bastó un único vistazo para catalogarla de niña de papá, y automáticamente intuyó que aquel ejemplar que tenía ante sí pertenecía a la llamada por algunos “generación ni-ni” -ni estudia (ni estudió), ni...