Cuando se cumple un sueño 9-el domminado dominante

Las cuerdas que ataban sus muñecas y sus tobillos impedían que pudiera retorcerse mientras el orgasmo seguía haciendo que su cuerpo intentara retorcerse.

Habian pasado media hora desde que entre a mi cuarto,me sentia culpable por la bronca que acababa de tener con Sara.

Mer parecaia fatal que hubiera grabado todo lo que habia pasado aunque me jure y me perjure que solo lo habia echo para tenerlo como recuerdo y que en ningun momento tenia pensado enseñarselo a nadie.

Despues de darle muchas vueltas decidi salir de la habitacion y dirigirme al salon donde me encontre con Sara. Tenia lo ojos rojos e inchados de haber estado llorando.

-No te p...

La Posada de Isabel - VII

Mi Ama decide acabar mi segunda jornada con más azotes en el trasero, y otra vez las pinzas en mis pezones. Y, a la mañana siguiente, me manda de nuevo a la cantera; pero ahora, llevando un aparato que me da descargas eléctricas.

VII

Tras recoger con cuidado todos sus instrumentos, Isabel me ordenó que me levantase de la silla, y me pusiera otra vez mis cadenas; para, una vez lo hube hecho, comprobar los cierres, e indicarme que la siguiera. Lo que hice no sin una sensación extraña, pues el balanceo de la jaula al andar, debido a su propio peso, era algo nuevo para mí; aunque yo sobre todo esperaba -con el pene allí encerrado- que no me resultara excitante. Y, por otro lado, el peso de todo el conjunto tiraba de la sonda hacia...

Mi pequeña novia, capítulo 4.

Rompiéndole la colita a mi nena mientras ella está atadita.

(RAPEPLAY, AGEPLAY, DADDY DOM/LITTLE GIRL)

Hace mucho tiempo fantaseaba con romperle el culo a mi novia. Tan blanco, tan suave, tan redondo y respingado... Cada vez que veía mis manos marcadas en esos cachetes mi pene quería hundirse y romperla toda.

Finalmente, hoy era el día.

Maddie y yo somos poco convencionales a la hora del sexo, tenemos muchos fetiches bastante violentos, así que hoy iba a desvirgar ese culito delicioso de la forma más agresiva posible.

Mi pequeña novia estaba...

Primer masaje diferente

Tu venias para un masaje.....

Tu ya habías venido a darte 1 masaje “normal” hacia 2 semanas y yo ya note que al masajearte, el roce de mis manos por tu espalda te gustaba, mas que relajarte te excitaba, así que el masaje de hoy fue por mi mas atrevido y con un poco más de erotismo en mis manos cuando te masajeaba la espalda, al acabar con ella te pregunte si querías que te hiciera los glúteos y me dijiste que si, te bajé las braguitas hasta la terminación de tu culito y empece a masajearte lentamente arriba y abajo con toda la mano, sep...

Para mi Señor

Solo sirvo para lo que mi Señor desee

Podía decir que no, que aquello era demasiado, que ella era una mujer independiente y cabal, pero en el fondo sabía que no. Pese a sus miedos y reticencias su coño se humedecía con cada humillación, con cada deseo, con cada orden, y no podía evitarlo. Cierto es que le fallaba más que acertaba, y cuando la trataba de una inútil acertaba de pleno.

Y no es que no pusiera interés, pero le podían sus miedos, su inseguridad con su cuerpo, el temor a que le gustara demasiado, la angustia de ser algo que su...

Pedro y María Gracia

Relato hecho a petición de María Gracia ,espero te guste

Relato hecho

a

petición de María Gracia

Pedro y María Gracia

Hola, mi nombre es María soy una mujer rubia, con curvas y un buen culo y buenas tetas Tengo 49 años y estoy felizmente casada pasaré a contaros lo que me paso un día cualquiera. Antes de casarme tuve un novio que se llamaba pedro que ahora rondara los 51 años. Estuve muy enamorada de él y solíamos hacer muchas locuras tales con sexo en grupo, pero un día sin venir a cuento dijo que me dejaba y la verdad lo pase muy mal,...

Pasajes: Tangram.

"...Recuerdas las únicas palabras que te ha dirigido por el camino: "hoy quiero verte llorar"..."

"...Estáis en su apartamento. Es un loft muy espacioso, con el suelo de parquet, luces halógenas empotradas en vigas de madera que atraviesan el techo de extremo a extremo. Te fijas en el televisor de plasma que hay colgado de la pared, en el sofá de piel marrón frente al televisor, en la enorme pecera llena de peces raros que hay al lado, en la cocina-comedor que queda a un lado y dividida del resto de la estancia por un pequeño muro imitación obra vista y con una repisa de acero inoxidable encima, en las...

Por detrás, por mi culpa (2)

La fantasía de violación anal en un tren por fin se convierte en realidad

POR DETRÁS, POR MI CULPA (2)

Tengo un amigo, aquí en mi ciudad, que roza los 70 años. Es muy culto y también tremendamente morboso. Le aprecio mucho, le respeto a más no poder. Es un hombre de los que ya no nacen más. Le conozco porque me hizo una entrevista para un trabajo que no pudo adjudicarme. Y ahí, o sea en una cena que compartimos unos días después, empezó nuestro vínculo escabroso.

El caso es que le encantó mi relato “Por detrás, por mi culpa”. Me había comentado que le excitó mucho, qu...

El mecánico me domina (Cap. II)

Betsy fue dominada, sometida y humillada pero no puede dejar de pensar en Tadeo y sus nalgadas.

La joven manejó el auto de lujo hasta el edificio donde vivía su jefe, entregó el automóvil al jefe de seguridad del complejo y fue él mismo quien llevó a Betsy hasta la puerta del edificio de su departamento.

Al entrar en su casa la chica estaba entre aturdida y triste. Dejó sus articulos personales donde siempre; tomó un vaso con agua en la pequeña cocina como todos los días; entró en su alcoba y se desvistió para tomar un baño como en cada ocasión que terminaba su jornada laboral y justo cuando las...

Semana de castigo

Relato de amor y entrega marital, donde la esposa es la que manda, domina, y lleva la Disciplina de la casa, para que todo vaya como la seda.

Estábamos desayunando tan ricamente  mi mujer y yo en la cocina como todos los días, café, tostadas de tomate y aceite, y zumo de naranja, ella miró el reloj de la pared y dijo.

-Venga, no quiero que se te haga tarde, termínate eso.

-Cielo, no podrías perdonarme el castigo de hoy, tengo el culo en carne viva.

Ella me miró seria, sin decir nada, un mechón de su pelo largo le caía por  la cara.

-Cariño. ¿Cuántas veces hemos hablado esto? ¿Te he perdonado alguna vez algún castigo?

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