El alter-ego (5)
Continúan las excitantes historias de los relatos anteriores
El día siguiente fue un poco de cambio de chip. Parecía que nada hubiera ocurrido la noche anterior. Cuando me desperté, estaba solo en la cama. Estaba desnudo y mi ropa no estaba allí, por lo que me cubrí con la sábana y me dispuse a salir de la habitación. La casa tenía una disposición abierta, por lo que la zona de cocina, comedor y salón estaban juntas. Allí estaban Noelia y Julia desayunando. Me dijeron que se había todo el mundo y que qué dormilón era. Eran las dos de la tarde y me dolía la cabeza. N...