Terapia Sexual Intensiva (05).

Crece la tensión en la relación entre Julieta y su hermana Gabriela.

Capítulo 5.

Bueno Charly, creo que llegó el momento de contarte lo que te prometí. Sin embargo no te lo voy a contar de forma directa, ya que al tema lo charlé ayer con mi psicólogo; te voy a contar más o menos como fue esa charla. De más está decir que él me incentivó a que te escribiera. Si bien el día en que todo pasó me sentía muy mal, dejé de darle demasiada importancia al asunto y comencé a sentirme un poco mejor. Me sentí realmente bien contándole lo ocurrido a Germán. Fue una experiencia mu...

Terapia Sexual Intensiva (04).

Julieta le cuenta a su diario íntimo cuáles son las extrañas actitudes que ella observa en su familia, particularmente en su hermana.

Capítulo 4.

Hola una vez más, Charly. Hoy no tengo nada en especial para contar, pero te escribo porque está lloviendo mucho y estoy bastante aburrida. Me jode un poco que se haya largado a llover justo en mi día de descanso; pero si en este momento estuviera trabajando me estaría lamentando de tener que volver luego a mi casa con la lluvia.

Me estoy tomando un tecito mientras escribo en estas páginas. ¿Te conté que soy adicta al té? Creo que no. Bueno, lo soy. Me puedo pasar el día tomando...

Terapia Sexual Intensiva (03).

Julieta le confiesa a su psicoterapeuta el extraño comportamiento de su hermana y cómo su familia reacciona ante esto.

Terapia Sexual Intensiva.

Capítulo 3.

Capítulo 3.

Hola otra vez. Te vuelvo a pedir disculpas por haberte dejado abandonado durante estos últimos días, pero no estaba con ánimo para ponerme a escribir. Hoy tuve otra sesión de lo más interesante con mi terapeuta y es por eso que estoy aquí otra vez, escribiendo. No podía dejar pasar esto y prefiero contártelo todo ahora mismo, antes de que me empiece a olvidar de los detalles.

La sesión de hoy comenzó de forma habitual, le con...

Sexo, drogas y dolor

Ella, yo y as drogas.

  • Sé que cuando me empiezo a picar, me voy al carajo – mi mirada abandona el exterior más allá de la ventana donde el sol acaba de salir y se fija en una mancha de tinta sobre el escritorio – O sea, me voy al carajo y no vuelvo por mucho tiempo, ¿entiende? – respiro profundamente, exhalo miedos, necesito valor de abrirme al medio y exorcizar mis oscuridades – La noche que empecé a temblar y la jeringa cayó de mi mano, supe que estaba parado en el punto sin retorno – hago una pausa de mil años – Aunque realm...

La apuesta y algo mas. Parte 5 - Final

–Fue lo más rico que he sentido. Quiero hacer el amor toda la vida y con todo el mundo. –Dije. -¿Me puedes hacer lo mismo? –Levanté mis piernas.

-Quiere pasar esta última semana contigo. –Le dijo mi mamá a mi tía.

-No te preocupes, yo la cuido. Aquí la ponga a trabajar. –Dijo mi tía.

-Te la encargo, y te dejo. Voy hacer cosas de la tienda. Cuídate July. –Y se fue mi mamá.

Apenas cerró la puerta.

-¿Va a venir Pablo? Tía. –Pregunté.

-No mija, ya se fueron a su casa. Quizá regresen hasta el otro año. Pero cuéntame, ¿Cómo te fue con él?

*-Me dijo que hicimos de todo, al principio me dolió pero luego me puso aceite y r...

Los tres mil euros mejor gastados de mi vida. (IV)

De cómo llegué a pagar tres mil euros por la necesidad de conocer si mi mujer era una zorra como sus amigas y me había hecho cornudo o no. Relato dividido en varias partes, tantas como pagos

Por la mañana di de desayunar a mi hijo, ni rastro del malestar del día anterior. Aproveché su paseo matutino para sacar otros mil euros de mi ya mermada cuenta. ¡Esta historia me estaba costando cara! Pero valía la pena por saber.

Acababa de dormirse la siesta cuando sonó el timbre. Abrí y allí estaba Mónica, tan provocativa como siempre. Le dije que pasase pero solo entró al recibidor.

  • Toma - me tendió una nueva memoria USB

Tomé el sobre que descansaba en el mueble de la entrada y se l...

Los tres mil euros mejor gastados de mi vida. (II)

De cómo llegué a pagar tres mil euros por la necesidad de conocer si mi mujer era una zorra como sus amigas y me había hecho cornudo o no. Relato dividido en varias partes, tantas como pagos

Durante la madrugada Marquitos, mi hijo, empezó con unas décimas de fiebre y malestar. Con tan solo catorce meses resultaba dificil identificar síntomas y enfermedad. No parecía nada exageradamente importante como para ir de urgencias así que me quedé con él mientras Carmen llamaba a su madre para que se hiciese cargo del pequeño en cuanto pudiese, en lugar de llevarle a la guardería. Carmen ese día tenía un viaje planificado y dado que la última vez le había tocado a ella cuidarlo, en esta ocasión tenía qu...

Confesiones minoritarias

Confesión de sobre como me veo sexualmente, especialmente respecto a muchos de los relatos eróticos que leo. Una cierta reivindicación de la discrepancia, desde un punto de vista feminista, humanista y no violento.

Soy aficionada a escribir diversos temas desde siempre: desde humor a misterio, pasando por crítica social humor y también, ocasionalmente, sobre el sexo y el erotismo. Pero me encuentro que en este campo ―como también en muchos otros― soy bastante «distinta», mis experiencias y gustos no corresponden a lo que muchas otras personas escriben; quizás sería mejor decir que soy «minoritaria». La verdad es que mi biografía es bastante singular, y no me refiero especialmente a nada sexual, los avatares de mi infa...

Los tres mil euros mejor gastados de mi vida. (II)

De cómo llegué a pagar tres mil euros por la necesidad de conocer si mi mujer era una zorra como sus amigas y me había hecho cornudo o no. Relato dividido en varias partes, tantas como pagos

Quizás el lector se esté preguntando por qué no me hice el valiente, por qué no pedí explicaciones a Carmen, pero sí lo hice. Pasé la noche dando vueltas sin saber qué hacer. Antes de que mi mujer llegara a casa me planteé qué decirla, cómo sacar el tema sin que pareciera un paranóico. Al fin y al cabo, lo que había visto no era nada. Solo Carmen bailando con Mónica y su chico, un baile de borracha pero nada que me permitiese afirmar que había pasado algo más allá de una tontería. Podía pedirle explicacione...

Los tres mil euros mejor gastados de mi vida. (I)

De cómo llegué a pagar tres mil euros por la necesidad de conocer si mi mujer era una zorra como sus amigas y me había hecho cornudo o no. Relato dividido en varias partes, tantas como pagos

A nadie le gusta tirar el dinero, pero cuando leas esta historia verás por qué puedo afirmar: los tres mil euros mejor gastados de mi vida .

Y es que cuando recibí el wassap de Mónica, una de las amigas de mi mujer, no supe qué pensar. ¡Si no le hubiera hecho caso...!

  • "Marcos tu mujer es una zorrita. Te los pone y puedo demostrartelo"

Me quedé helado. Carmen, mi mujer, siempre había tenido unas amigas que no me terminaron de gustar, en particualr Mónica y Andrea, siempre muy juerg...