¡ Cómo me gusta ser una putita romántica!
Mi marido y yo estamos solos unos días y...
¡Como me gusta ser una puta romántica!
Creo que tengo alma de golfa o de putilla romántica. Voy a ver si lo cuento de un tirón, con el mate al lado, el pucho cerca y las bolas chinas en mi concha.
Hemos pasado unos días en la costa, vida muy muy tranquila, los chicos, mi marido y yo. La ventaja de tener a los hijos todo el día corriendo y bañándose es que quedan rendidos, se duermen enseguida y nosotros hemos podido coger a gusto, con olor a pinos y brisa del mar. Todo con un ardor que hacía...