Ay María, María
María, ahora una chica joven, morena, de pelo ondulado, cuerpo esbelto, una talla 100 y una bella cara, disfrutaba mucho del sexo, y tan sólo tenía 19 años. Sin embargo, lo suyo venía de lejos
Ay María, María
María, ahora una chica joven, morena, de pelo ondulado, cuerpo esbelto, una talla 100 y una bella cara, disfrutaba mucho del sexo, y tan sólo tenía 19 años. Sin embargo, lo suyo venía de lejos
María había empezado a disfrutar de su sexo muy precoz. Cuando era aún una jovencita, fue deslizándose descalza sobre el suelo del pasillo, se asomó por la pequeña rendija de la puerta, y vio a su padre, con la tele encendida, y su miembro en la mano. Jugaba con él, de arriba abajo...