Alcanzando el paroxismo con mis groseras maniobras

Buscando el polvo perfecto me topé con esos consoladores monstruosos. Fue la paja "casi perfecta".

Tengo 34 años, estoy maciza y no voy a pedir perdón por ello. No tengo un cuerpo de esos, estilizados, a los que las minifaldas o escotes realzan y convierten en más elegante. Esa indumentaria me transforma directamente en una zorra de polígono industrial. Mi culo y muslos rotundos y mis tetas desbordantes no sugieren veladas románticas en restaurantes de cinco tenedores sino sexo inmediato, y los hombres se acercan a menudo para preguntarme «qué, cuánto y dónde». No tengo complejos y lo asumo, igual que as...

Uno no siempre tiene lo que quiere

Una de las muchas noches en las que necesito sexo después de una jornada agotadora de trabajo

Hola, vuelvo a escribir J tengo algunas cosillas más por el PC que iré subiendo de vez en cuando ahora que tengo más tiempo. Sé que quizás no sea muy excitante, ni muy…guarra jajajaja pero era lo que me apetecía escribir. Espero que al menos os guste un poquito J

Hay días demasiado agotadores, en lo que noto el cuerpo cargado y parece faltarme aire en los pulmones mientras abro la puerta de casa, asfixiada por el ambiente a estrés. Todo es una rutina, levantarte a tal hora, hacer tal cosa en el trabaj...

Jugueteando con mi nuevo amigo

Les voy a presentar a Jerry, mi amigo que funciona con dos baterias, y el primer gran orgasmo que medio.

Cualquier pretexto es bueno para dar un regalo, ninguno de los hombres que han estado conmigo puede tener queja alguna, siempre he sido muy esplendida y los regalitos sexuales que recuerdo van desde un striptease, disfraces, un festín culinario sobre mi cuerpo, etc. sin embargo ninguno de ellos supo responder de la misma manera, me convencí  de que aquello de las sorpresitas sexuales solo se nos daba a las mujeres… pero afortunadamente yo estaba equivocada. Lego un 14 de febrero, famoso día de los enamorado...

Marta (05: Por la puerta trasera)

El placer no siempre entra por la puerta principal

Hace ya bastante tiempo que descubrí los placeres que, mi hasta entonces agujero prohibido, podía darme. De hecho, siempre que tengo tiempo para una sesión de masturbación larga, de esas de dos o tres horas, incluyo mi ano en el juego. Recuerdo cuando introducirme un dedo me producía dolor, me parecía increíble que otras chicas pudieran ser penetradas por ahí y que, además, lo disfrutaran. Eso fue lo que me llevó a seguir intentándolo: si ellas podían, yo también.

Hoy en día ya no tengo problema en in...

Se que te gusta jugar

A cuatro patas. Gateas como has vito hacer en las películas. Sensual, felina. Sintiendo como oscilan tus tetas. Rozando el interior de los muslos. Has encontrado a tu presa. Y no esperas para devorarla. Allí mismo, tirada en el suelo.

Sé que te gusta jugar.

Sé que te gusta jugar. Sí, con tus juguetes. Aprendiste en Valencia. En aquel cursillo de radio. Me dices que tan solo fue escuchar cómo aquél locutor leía un relato escrito por una joven autora.

El relato era simple. Una joven profesional que sale a navegar en su velero. No muy lejos de la costa, mientras hace top less, se queda dormida al timón. Como si fueran modernos piratas, de un lujoso yate un grupo de turistas borrachos asaltan la pequeña embarcación y mientras ell...

Gimnasium

Las mujeres somos grandes luchadoras. Somos tenaces. Y somos pasionales. El gimnasio nos ofrece la oportunidad de probarnos a nosotras mismas, a nuestros cuerpos y a nuestros anhelos.

Gimnasium

Duele un huevo, para qué vamos a engañarnos. Subir y bajar. Parece fácil, sólo subir y bajar. Sencillísimo, vamos. Pero cuando vas a por la segunda repetición, la cosa cambia. Ay, chica, ahí las cosas cambian de repente. La mancuerna te parece que pesa el doble. El bíceps parece resquebrajarse y comienzas a sudar de una manera exagerada.  Una y otra vez, subir y bajar, subir y bajar. Notas como todo tu cuerpo aumenta de temperatura, sentada como estás en el banco, una mano apoyada en la rodi...

Coleccionista de amantes (YO)

Bibiana empieza su diario sexual con un amante muy particular.

Mi nombre es Bibiana, pero mis amigos me llaman Bib, es una horterada lo sé, pero suena sensual y yo soy todo sensualidad. Tengo treinta y nueve años, mido un metro setenta, pelo teñido de color chocolate, mejillas encendidas de pasión, ojos verdes como yo, labios hambrientos de besos, medidas perfectas y personalidad alegre, juguetona y llena de vida. Amante de la soltería y de todo el que esté dispuesto a pasar un buen rato. Trabajo organizando eventos, fiestas y celebraciones, lo que me permite conocer a...

Jugueteando entre mis piernas

Hola, mi nombre es Susan y soy adicta al sexo, me encanta, hago todo tipo de cosas para disfrutar de un buen polvo, entre las cosas q más me entretienen está la masturbación, no hay nada mas excitante que sentir como me corro en mis bragas

Hola, mi nombre es Susan y soy adicta al sexo, me encanta, hago todo tipo de cosas para disfrutar de un buen polvo, entre las cosas q más me entretienen está la masturbación, no hay nada mas excitante  que sentir como me corro en mis bragas…

Ya que estamos hablando d eso hoy te voy a contar una de mis aventuras…

Soy una chica universitaria, mis horarios escolares son en la tarde-noche. Yo y mi chico vamos juntos a la uni pero debido a que nuestros horarios no coinciden del todo a veces tengo hor...

Un medio dia complaciente sexualmente

Esta solo en el despacho, y buscando por internet encontre una pagina que me subio la libido...

Eran las dos de la tarde, en el despacho todo el mundo se había ido a comer, y no volverían hasta las cinco. Me conecte a un Chat de Sexo a través de Internet, me puse el nick "Desesperado" al poco tiempo ya tenia tres solicitudes, una me llamo la atención si nick era "Solitaria", pues que bien una Solitaria y otro desesperado, cliquee y empezó como todos "Hola" y me respondió "Hola de donde eres" bueno surgieron todos los preámbulos standard de la red, me pregunto si tenia cam y le dije que si, te apetece...

Agitación temporal

Gotas de placer solitario.

Agitación temporal

Estoy desnuda. Recién salida de la ducha. Cabello mojado. Mi cuerpo se estira y queda tendido lánguidamente sobre el sofá. Mis ojos miran perezosamente al exterior y mi vista se pierde contemplando las ramas y árboles mecerse ferozmente empujados por el viento. Un rincón de mi mente reconoce como me voy humedeciendo. Mi mano juguetea con los pocos cabellos de mi sexo, retorciéndolos suavemente. Mis pezones se endurecen. Mi respiración poco a poco se va acelerando.

La vege...