Mi primer masturbación

Cuidadosamente, bajé mi mano lentamente, tocando mi monte de Venus y después, acaricié mis labios con suavidad y delicadeza, el propio roce me hacía sentir caliente mi vagina. Metí dos dedos en mi conchita, y los moví, perdida completamente… Hasta que encontré mi clítoris. Moví mis dedos en círculos

Era una tarde lluviosa, como siempre mi mamá veía la novela y yo estaba gustosa en la computadora, aunque más aburrida porque no había nada interesante. Debo admitir que soy algo curiosa, y al principio leí novelas eróticas que me hacían calentar bastante, aunque ahora solo me pregunto ¿cómo lo hacían? Me he convertido en una adicta al sexo, y creo que no es tan malo después de todo. Me gusta fantasear, e incluso intenté masturbarme al principio, aunque no le encontré chiste alguno… Hasta esta noche. La com...

Paja gustosa y a la carta

Si el saber no ocupa lugar; el placer, menos. De ocuparlo, uno se afloja en la pila del baño, le da al chorro del agua y se acabó el problema. A vuestra salud.

Ayer me hice una paja, bueno... y quién no se la hace de vez en cuando o seis al día si puede? Casi nunca me masturbo con material porno a no ser que sean imágenes fijas, fotos morbosas que captan ese momento intenso, esa expresión sublime congelada en esa cara que dice más que todas las folladas y corridas que parió madre desde que se inventó el fotograma. Como esos edredones raros, patchwork o como se llamen, que las polillas de mercería se dedican a coser en las trastiendas; pego en mi mente retorcida es...

Despues de hablar contigo

La imaginacion puede llegar ser el arma sensual mas poderosa

Después de hablar contigo.

Me levante de la silla de mi escritorio y me quite la blusa despacio, mire al espejo que tengo en mi cuarto y me quite la orquilla que me sujeta el flequillo y alborote un poco mi pelo, tan rebelde como siempre. Desabroche mi pantalón y lo deje caer al suelo, cogi mis toallas y me dirigí al cuarto de baño que esta justo al lado de la puerta de mi habitación, a llegar abrí el grifo del agua caliente y cerré la puerta con pestillo quería disfrutar de ese momento sin que n...

Que rico palo

Estoy sola en casa de mis tíos cuidando de sus hijos, la noche es aburrida y yo quiero divertirme...

Soy una mujer de 19 años, mi cuerpo no es muy delgado como el de aquellas modelos a las que llamo “anoréxicas”, soy una mujer de buenas curvas que me han ayudado a obtener lo que quiero, he tenido muchas parejas y no me molesta que me llamen Zorra o puta, al contrario, me excita…

Estaba sola aquella noche, llovía y el clima era frío, me encontraba en la sala de la elegante casa de mis tíos pues me habían pedido cuidar de sus tiernos angelitos, yo gustosa acepte pues esos niños son tan dulces, pero en...

La chica de la revista

Lydia nos cuenta, en el Ejercicio, que un trayecto nocturno en metro puede ser un viaje rutinario más...o quizá convertirse inesperadamente en el sueño de la vida de un hombre,cuando una chica misteriosa aparece en escena.

Dedicado especialmente a “X”

La chica de la revista

Javier se queda hasta última hora en la oficina cada noche, porque sabe que es el mejor momento para poder disfrutar de su placer oculto en total intimidad.

Podría conectarse a internet y disfrutar de las múltiples páginas que hay en la red con fotos sensuales, incluyendo el porno de lo más variado, pero en cambio él  prefiere las revistas “normales”, las que contienen esas fotos en papel couché de toda la vida. Cree que las imágenes...

Marta (06: Tormenta de verano)

Tanto calor acumulado terminó por convertirse en una increíble tormenta

La tormenta aún seguía descargando con fuerza mientras el viento hacía que las nubes se desplazaran rápidamente, reflejando las luces que la ciudad enviaba a los cielos ahora que la noche ya había hecho acto de aparición. La temperatura era mucho más fresca que unas horas antes, aunque no podía decirse que hiciera frío, pero el añadido del viento provocaba una sensación térmica más baja.

Desde allí arriba podían verse los tejados y las azoteas de los edificios cercanos, así como el campanario de una i...

Coño bien húmedo

Una zorrita con ganas, eso es lo que soy. Ésta es la historia de mi primera masturbación, donde exploté de placer y, desde entonces, cada noche hago un encuentro con el porno para humedecer mi coñito.

Ésta es la historia de mi primera masturbación, donde exploté de placer y, desde entonces, cada noche hago un encuentro con el porno para humedecer mi coñito.

Tenía 13 años. Todo comenzó cuando me empecé a interesar por las páginas web porno, con cientos de vídeos, fotos... Por aquel entonces me ponía muy cachonda, pero no me atrevía a masturbarme.

Una noche viendo un video de sexo, concretamente de dos lesbianas, inevitablemente me corrí del gusto. Inmediatamente mis dedos fueron hacia mi húmed...

Juega con fuego...y te quemarás.

Me has retado a que te lo relate, aquí lo tienes.

Aclaración:

Cuando se nombre a Félix, se refiere al juguete flexi Félix.

Que lo disfruten!


Y...te quemarás.

Me has retado a que no te relataría cada segundo de lo que haga tras haberte dejado solo en la conversación, así que ya más calmada, aquí tienes tu premio...

Sentada en la cama, deslizo mis manos sobre mi cuerpo, no tengo sueño, ninguno, y la cálida habitación, me invita a deshacerme de mis ropas. Apago la e...

Una ducha y a la cama.

Una tarde en la ducha.

El agua caía sobre su piel desnuda, cálida, aunque empezaba a ser mayor su calentura que la calidez del agua, sus manos recorrían su cuerpo, inspeccionándolo, se detuvieron en sus pechos, amasándolos a placer.

Una y otra vez apretaba los pezones que comenzaban a semejarse a rocas, bajó sus manos, y se entretuvo en sus labios mayores, recorriéndolos a placer, introduciendo un dedo en su interior, comenzaba a quemarse, el agua era hielo comparado con ella.

Un dedo más se introdujo en su ser, mient...

En la España profunda

Historia de un muchacho que vive en un pueblo solitario y se aburre

Mi nombre es Saúl y esta parte de mi vida que voy a contar quedó muy lejana...Ese muchacho que era yo entonces, allá por el año 92, ha quedado muy lejano.

Yo por esa época tenía 18 años y entonces vivía en un pueblo muy pequeño del sur de Jaén. Me dejaron mis padres desde muy pequeño a cargo de mis abuelos con los que vivía y eran sin duda como mis padres.

Mi abuelo Pedro, aunque tendría por ese tiempo unos 65 años, era un hombre muy recio, autoritario y respetado por todos, sobretodo por mi abu...