Adicta a las pajas (5)

Un viejo recuerdo piscinero mientras me distraigo de compras.

Antes de nada, me gustaría agradecer a todos aquellos que me han ofrecido su apoyo, bien en los comentarios, bien por correo electrónico. Salís todos muy guapos, por cierto, tanto los que me habéis enviado fotos de cuerpo entero, como los que me las habéis enviado de vuestras pollas o vuestras tetas. Muchas gracias por las ofertas de "evita tus ganas de masturbarte cabalgando mi montura" sin coste añadido, o para "dar rienda suelta a la adicción vía webcam", pero de momento prefiero seguir intentándol...

Adicta a las pajas (3)

Me encanta la azotea de mi edificio. Está alta, tiene cuerdas para tender la ropa y a veces le da sol.

Tras lo sucedido la tarde del día anterior, con el impulso que sentí en el mercado, decidí quedarme en casa. Sabía que las posibilidades de caer en la desidia y empezar a masturbarme como una loca eran mayores en la intimidad del hogar, pero tal vez si conseguía mantenerme ocupada tuviera alguna opción, y por lo menos no iría dejándome las bragas tiradas en cualquier antro de mala muerte. La idea inicialmente transcurrió a la perfección. Me dediqué a ponerme al día en la limpieza del hogar, y eso me...

Adicta a las pajas (4)

De perdidos al río, o cómo regodearse una tarde entera en la propia adicción. De paso, os presento a mi amigo del alma.

En cuanto entré en casa, me recriminé mi actitud, y la facilidad con la que había caído en el onanismo más exacerbado. No podía ser que terminase tan fácilmente tocándome el higo. Debía resistir las ganas por intensas que fuesen. Me paré a estudiar las posibles razones del suceso de la azotea. El solecito, la brisilla, las fragancias de la ropa limpia ondeando en el aire, la extraña mezcla de exhibicionismo e intimidad que otorga la azotea de un edificio de ocho pisos... Me descubrí a mí misma excita...

Reencuentro (1)

Que puede pasar cuando vuelves a ver a alguien?

Suena dentro de mi aún la música del móvil que me anuncia tu llamada, y aún no tengo claro si me alegra o quizá me da miedo, sólo recuerdo aquellos momentos más intensos y el resto esta borrado por la bruma del tiempo

"Brr"- Vibró el móvil, y con una ligera indiferencia cogí el pequeño artefacto que me sirve de despertador, agenda y poco más.

" Claro!, íbamos a quedar para ver fútbol, no pensarías que podría obviar el espectáculo futbolero por algo como ponerte a cuatro patas, abrirte bien l...

Adicta a las pajas

Soy adicta, lo reconozco. No hay razón para seguir engañándome a mí misma. Soy una adicta a la masturbación.

Adicta a las pajas Hola, me llamo Susana, y soy adicta. Sí, lo reconozco. No hay razón para seguir engañándome a mí misma. Soy adicta a las pajas. Me encanta masturbarme. Me he pasado noches en vela con el dedillo metido. He cancelado citas y he mentido descaradamente para no ir al trabajo y quedarme metida en la cama, sudando mares, pero no por la fiebre precisamente. Me he metido las cosas más inverosímiles, y me he frotado contra muebles, personas y objetos. Escribo esto con la esperanza de que me...

Adicta a las pajas (2)

El primer día de terapia no ha terminado aún, y hay muchos pepinos sueltos por ahí.

Mi primer día de terapia no había empezado exactamente como me lo imaginaba, de hecho difícilmente podría haber empezado de una forma peor que cayendo irremisiblemente en mi adicción a los pocos minutos de despierta. Me metí bajo el agua de la ducha dispuesta a purificarme por completo. Aquello sería como un baño bautismal. El psicólogo me avisó de las recaídas, y me dejó claro que no debía olvidarlas bajo ningún concepto, sino que formaban parte del tratamiento en sí. Si olvidaba estas recaídas, serí...

Biografía sexual (8)

En este relato les contaré una de las perversiones más zafadas de todas mis experiencias sexuales en mi vida hasta ahora; espero no defraudarlos. Con Fotos.

Biografía sexual (Octava Parte)

Hola amigos y amigas de todos relatos, ¿como están?; antes que nada les agradezco todos los comentarios que me han dejado en los sucesivos relatos que he publicado, en serio, gracias sinceramente.

En este relato les contaré una de las perversiones más zafadas de todas mis experiencias sexuales en mi vida hasta ahora; espero no defraudarlos.

Una tarde de noviembre estaba en mi trabajo esperando que se haga la hora de salida; recuerdo que era un lindo día...

Jugando con mi culo

La noche que pasamos solos mi culo y yo.

Jugando con mi culo.

Sábado por la noche. Salgo de trabajar del bar y me dirijo a mi casa. El trabajo de camarero no es que sea mi favorito pero tiene una ventaja y es que puedes ver a cantidad de chicas dispuestas a lo que sea por tener sexo esa noche. Por desgracia para mi, no es que yo sea un bellezón, más bien todo lo contrario: mido 1.75, peso más de 95 kilos (estoy un poco rellenito), llevo gafas y no soy muy agraciado de cara. Vamos, que lo tengo casi todo para hacer un anuncio de cir...

Compañeras de Piso (19)

Cap XIX - Vero Cocinando

CAPITULO XIX - Verónika Cocinando

Mira que me gustaba poco cocinar, más que nada porque a Yolanda de le da mucho mejor, pero ella no estaba, y algo tendría que comer ¿no? Cogí un libro de recetas "fáciles" que había por allí y comencé a hacer una especie de macarrones con salsa de tomate que me llenó la cocina de trastos y de cosas que no había visto en mi vida.

Entre todo ese jaleo me dio ganas de mear, entonces no se porque me vino a la cabeza lo que me pasó en la Universidad, y lo excita...

La ducha de la doctora

La doctora se masturba en la ducha pensando en su compañero de trabajo.

Otra vez vuelta a la soledad del piso, creo que me equivoqué al venirme a vivir aquí sola. A veces incluso pienso que me equivoco teniendo un piso, o teniendo una vida fuera del hospital. Allí soy alguien, me encanta cuando se dirigen a mí. Doctora.. Pero en la calle me pierdo entre todos y no soporto ser alguien más – necesito una ducha bien caliente que me relaje- Es verdad. Que Diego trabaje allí también es un buen aliciente- sería mejor si de vez en cuando me viera como mujer y no como su jefa-

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