Mi secreto y el de mi hijo a punto de descubrirse
Después de habernos visto haciendo el amor, mi hijo se encontraba en un estado de completa ira y desentendimiento por lo ocurrido. Su juicio se había nublado por completo y lo único que gobernaba su pensar era la ira.
¡Lárgate de mí puta casa! –Grito mi hijo–. Mi sobrino aún estaba desnudo y su pene colgaba y se tambaleaba cuando trataba de ponerse los pantalones. Mi hijo se acercó de nuevo a él estrepitosamente y lo golpeo en la cara de nuevo. MI sobrino trataba de defenderse pero la fuerza y el enojo de mi hijo eran demasiado para él. Quiso pelear pero mi hijo lo golpeo aún más fuerte en el estómago y lo doblo cayendo en sus rodillas. Lárgate ya imbécil, antes de que te mate –grito de nuevo–. Yo aun tapándome con las c...