Mis primas de la capital (17)

En atención de mis lectores más fieles retomo éste relato que empezó hace más de un año. Mi vida cambió desde que me folle a mis primas y amplié mis horizontes sexuales.

Las cosas se tranquilizaron bastante, mi tía había recibido su ración de polla y mis primas ya habían saciado su curiosidad, yo también tenía la polla bastante relajada después de los días de agobio que había pasado y me dediqué a repasar los libros.

Por otra parte tampoco quería molestar a Emi pues suponía que estaría ocupada en buscar alguna academia o instituto para Magda, simplemente me intrigaba saber que comentarios había hecho la chiquilla desde el día que nos conocimos.

A la semana más o...

Mitimidez y mis tías (17)

Mi timidez y mi responsabilidad guiaron mi juventud, hasta que mis tías, mi madre, mi prima y otras chicas me hicieron despertar, pero las circunstancias me abrieron los horizontes.

Por la mañana Ricardo pasando su mano por mi hombro, me dijo al oído…

-        Manu, tu tía ya me ha contado las nuevas ideas, me parecen muy bien, y aunque no conozco a Elvira estoy seguro que será una maravilla, si a ti te ha gustado.

-        Solo espero que mi tía se sienta a gusto, haría cualquier cosa por ella, se merece lo mejor.

Ricardo me dio una palmada de aprobación y siguió sirviendo en las mesas.

Imagino que con el incentivo de la reunión, Elvira se apresuró a adelantar...

Chelsea

De la polla de Genaro salió un chorro de leche que pintó de blanco el granero. El placer fue tan grande que no pudo evitar un gemido de placer, que oyeron Chelsea y la Paca.

Agosto de 1975. Galicia.

Chelsea, una muchacha de veinte años, rubia, de ojos marrones, alta, con buenas tetas... con un cuerpo de infarto, había llegado de vacaciones con Salvador, su marido, a casa de su tío abuelo Genaro y de su tía abuela María, unos cuarentones con los que Salvador se había criado. Aquella mañana de verano Salvador había ido de caza al monte con cinco mozos y María se había ido a la plaza a comprar. Chelsea y Genaro se quedaran solos en casa. A eso de las doce, Chelsea, fue al pa...

Mi timidez y mis tías (16)

Mi timidez y mi responsabilidad guiaron mi juventud, hasta que mis tías, mi madre, mi prima y otras chicas me hicieron despertar, pero las circunstancias me abrieron los horizontes.

A Lisa y a mí nos gustaron los cortes de tela que Julia se había comprado para hacerse unos vestidos, sobre todo uno para ir de fiesta, según las sospechas de mi prima nos imaginamos con quien se iría. Cuando por la mañana Elvira la modista, la madre de Raquel, vino para tomarle medidas, estuvieron reunidas las dos hermanas y Lisa para elegir los modelos según habían visto en varias revistas de moda.

Yo mientras en el bar, estaba tras la barra pendiente de las camareras, no había mucho trabajo y se de...

No se como ocurrio ni como deje que ocurriera vi

Siguen las vacaciones de Laura. Esta vez una salida con su cuñada le hará caer un poco más bajo todavía.

NO SE COMO OCURRIO NI COMO DEJE QUE OCURRIERA VI

….Poco a poco comencé a reaccionar. Me levanté, no sin realizar un grandísimo esfuerzo, mientras mi cabeza intentaba asimilar lo ocurrido un rato antes. No podían encontrarme así, pensé en un momento de lucidez, mientras me quitaba la camiseta y recogía mis bragas del suelo que al ponerme de pie, habían resbalado hasta enrollarse en mi tobillo.

Muy despacio me dirigí hacia el armario y rebusqué entre mi ropa sin saber muy bien que buscaba. Como un...

Bienvenidos al mundo de Adriana.

Suelo atraer a gente demasiado extraña, y suelo sentirme atraída por gente demasiado estúpida. Es mejor vagar por el mundo disfrutando de los momentos y evitar mezclar sentimientos. Mi nombre es Adriana, y les contaré algo de mi poco interesante vida. Bienvenidos.

La vida no es siempre como la planeamos, y a mi corta edad he descubierto que lo mejor sucede cuando las cosas no se planean. Los mejores momentos son los espontáneos, los que pasan sin tener una expectativa sobre ellos.

Soy una mujer demasiado común, que se confunde entre la multitud y sin rasgos muy llamativos en realidad, y no es algo que me importe, siempre he buscado no resaltar, no me gusta ser un foco de atención, me siento incómoda cuando se quedan viéndome durante demasiado tiempo, y la timid...

Las tetas de mamá 10

El marido vuelve a aparecer en la vida de Pilar y a Miguel le sale su vena fetichista

La vida de Miguel y Pilar continuaba, el dinero no faltaba, el negocio iba bien, Pilar nunca imaginó que hubiera tanta gente dispuesta a follar con ella, además eran casi todos gente del barrio, atraídos por el morbo de follar con una vecina que hasta hace poco había sido tan "normal" como sus madres o esposas. Además se decía que se acostaba con su hijo con lo que el morbo era mayor.

Miguel era quien le conseguía los clientes, solía quedarse espiando lo que hacían con su madre y a veces le sorprendía...

Asunción

Asunción se levantó. David le besó el cuello y metió la mano debajo del vestido y dentro de las bragas. Su madre estaba empapada. Le acarició el clítoris de abajo arriba...

Año 1943, Galicia.

La aldea era preciosa. Estaba en un valle entre dos montañas. Los hórreos, los alpendres y sus treinta y dos casas estaban todas pintadas de verde. Alejadas de las casas estaban las huertas, con sus árboles frutales y donde los vecinos cultivaban patatas, maiz, trigo, guisantes... en ellas cultivaban cereales y legumbre para todo el año, además mataban animales para comer, cerdos,  gallinas, conejos, cabritos, terneros..., así sólo tenían que ir a la ciudad por cosas de ajuar.

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Probando, probando... (Capítulo 11)

El regalo en forma de mamada que ha recibido tío de parte de su sobrina y de su hermana a la par, parece haber sellado un pacto de punto final a sus respectivos comportamientos impropios... ¿o no?

Probando, probando…

Capítulo 11

Mama y yo llegamos  al restaurante en donde nos está esperando Jorge, tal y como habíamos quedado. La mirada de mi chico hacia mi cuerpo es como siempre, una prueba evidente de deseo, pero más aún cuando lo hace hacia el estilizado cuerpo de mamá con ese vestido ajustado y sus zapatos de tacón.

-       ¡Hola, qué guapas!, ¡Estáis para comeros! – añade mi chico.

Mamá enrojece ligeramente y eso que siempre es tan decidida y tan directa que parece no tene...

Mi timidez y mis tías (15)

Mi timidez y mi responsabilidad guiaron mi juventud, hasta que mis tías, mi madre, mi prima y otras chicas me hicieron despertar, pero las circunstancias me abrieron los horizontes.

Después de recoger las pocas mesas que servimos, Lisa se marchó con sus amigas, nos dijo que volvería a tiempo para las cenas, cuando montamos a nuestra para comer, nos sentamos las dos camareras, la cocinera, Ricardo y yo.

Pronto empezamos con  las bromas, quizá al no estar la jefa, ni mi madre, ni Lisa, se nos soltaron un poco las inhibiciones y estuvimos contando casos que nos habían pasado, Raquel contó lo que me habían dicho los cuatro mirones de la mesa, Encarna que tuvo que esquivar más de una...