El amigo gay de mi hermana, mi padre

Continuación de dos relatos publicados en mi otro perfil: Pern. Esta vez el protagonista se liga a su propio padre tras encontrarlo en una situación embarazosa. El relato es gay puro.

Continuación de estos dos relatos publicados en otro de mis perfiles: Pern. El protagonista folla con un nuevo personaje.

https://www.todorelatos.com/relato/151677/

https://www.todorelatos.com/relato/149651/

-¡No entres!

Se me escapó el grito cuando noté como la puerta de mi habitación se abría lentamente. Desde luego era un mal momento. Me estaba masturbando, la polla dura en la mano, arriba y abajo. Desnudo del todo y tirado sobre la cama sin poder ocultarme siquiera bajo las sában...

Memorias de un portero de noche (2)

Cuando volví a casa sin trabajo pensé que todo había acabado para mí pero luego se fueron arreglando y volví a navegar, en la portería tampoco se me daban mal las cosas.

Con la maleta en la mano fui hacía mi casa, imaginaba que después del tiempo que pasé embarcado estaría hecha una calamidad, estaba desmoralizado pues el empleo fue corto, ahora tendría que buscar otra cosa, ya que mi padre no tenía ahorros y todavía no había aprendido a vivir del aire.

Por la acera de enfrente vi venir a Bego, me alegré mucho pues la apreciaba por lo que hizo por mí, ella también al verme me gritó de una forma escandalosa…

  • ¡Eh, Josu, estoy aquí, ven!
  • ***Hola Bego, que cas...

Con mi hermana 6

Dicho y hecho. Mi culo volvía a ser de la vecina, pero esta vez en lugar de tener a mi madre dentro de mi ano tenía a mi hermana que ya metió dos dedos en mi interior.

Con mi hermana 6

Raquel, la máquina

por Román Fons

Estaba nervioso. Pasaba el día y la noche pensando en Raquel. Mi hermana me masturbaba imitando su voz -Román soy Raquel y te estoy pajeando y luego me beberé tu lechecita.

Cuando me morreaba a mi hermana lo estaba haciendo con Raquel.

Ya era miércoles. Habíamos quedado el viernes en su casa mientras nuestros padres estarían con su marido y el grupo de amigos jugando a cartas en otra casa. Raquel se haría la enferma para quedar...

Con mi sobrina 5

El tumulto se dispersó lo suficiente como para que desde las butacas apreciaran el culo de mi sobrina y mis manos dentro de él. Me besaba como una loca. Estaba tan mojada que intuí una corrida. Me llenó la mano y mordió mi lengua.

Mi sobrina y yo 5

en la barra

por Romón Fons

Era jueves y salíamos a cenar. Desde la habitación me preguntó qué se ponía. Le contesté que mientras estuviera sexy, lo que quisiera. Salí del baño y entré en la dormitorio. Ella no estaba. Sobre la cama había una blusa negra de gasa, un tanga también negro, un sujetador de encaje con cierre frontal y una falda evase de color gris oscuro demasiado corta.

-Has pensado donde cenaremos? – preguntó mientras se peinaba frente al espejo.

...

La pulsera de mamá. (4)

Caray hijo, cómo te pasas.

Capítulo 4

Caray hijo, cómo te pasas.

El edificio en el que vivíamos era uno de esos modernistas de finales del XIX, y que se había reformado hacía unos pocos años. Al salir del ascensor estuve un rato mirando las molduras originales de yeso, en el descansillo, que aún se conservaban bien. La luz de la tarde entraba por la claraboya superior, una cristalera con motivos orgánicos y que iluminaba ampliamente el lugar en el que me encontraba, y que no era otro que delante de la casa de mi ma...

Mis fantasías sexuales (9) Mi tía pt.4 FIN.

Tía y sobrina. Las dos ninfómanas. Esa noche sin duda terminaría como la mejor noche de mi vida.

Llegué a la entrada del hotel y pedí un taxi.

Relato anterior –> https://www.todorelatos.com/relato/166516/

Tardó entre 10-20 minutos en llegar. Subí y le pedí que me llevara a tal bar. Mi sorpresa fue que tardamos 5 minutos en llegar. Estaba cerca del hotel.

Pagué, bajé y entré al bar. Había mucha gente pero no tanta como para no poder andar por donde quisiera. Busqué entre la gente a mi tía, pero no la vi. ***“Quiere que la busque”...

Creerlo

Madre e hijo un único y último amor

Creerlo

Soy Jose, ahora 19 años, y como he leído algunas historias, que me han gustado, deseo contar la mia que también tiene lo suyo.

Sobre todo porque la he hecho participar a mi mujer y ella agregó cosas que hasta yo ignoraba.

Vivimos en un ciudad capital de provincia, aquí naci yo y también ella, creo que hasta los abuelos son de aquí.

Soy alto, 1,80 morocho, me mantengo atlético a pesar de haber sido muy  flaquito hasta los 16, luego comencé a criar musculatura.

También co...

¡Te voy a romper el culo, pecadora!

El cura de un pueblo sorprende a dos hermanos follando en un cobertizo y... Descubre lo que pasa leyendo el relato.

Don Luis, Lucho para los más íntimos, era un cura cincuentón, moreno, delgado, de estatura mediana y no era feo. Vivía en una casa parroquial de dos plantas en un pueblo gallego. El cura hacía de todo para sus feligreses, desde cerrajero a carpintero pasando por albañil, y por supuesto lo hacía gratis, por eso decían las viejas que era un santo, pero de santo no tenía nada.

En frente de la casa del cura, en una casa de una planta vivía Marta, una mujer a la que abandonara su marido. Tenía 42 años y es...

Aprendiendo con mi prima

Una tarde bastó para que mi prima me mostrara su lado oscuro, llevándome a una vida morbosa y placentera.

Iba con mi prima a su casa después del colegio, ahí almorzaba y pasaba la tarde, hasta que mi madre llegara a recogerme para irnos a nuestra casa. Y así era de lunes a viernes, menos esa vez.

A la salida esperaba a mi prima para irnos juntos, para chismearnos de todo de camino a su casa. A pesar de estar en el mismo grado, estábamos en diferentes salones. Al llegar a su casa, mi tía nos abría la puerta y nos decía “ahí está la comida chicos” y nos sentábamos a comer entre risas y charlar. Ese día en p...

Tu tía es muy puta 1

La encendida del cigarrillo se me hizo eterna. Tu tía le estaba enseñando las dos tetas con los pezones duros como una piedra. Ella le miraba a los ojos y él le miraba las tetas sin disimulo.

Tu tía es muy puta 1

los vendedores

por Román Fons

Me gusta ver a mi sobrina preparar el desayuno cada mañana. Su cuerpo desnudo balanceándose de un lado a otro en la cocina. Estirarse para llegar a los tazones del armario de arriba le ponía el culo respingón. Agacharse para coger la fruta del cesto y detenerse unos instantes frente a la nevera con la puerta abierta para calmar el calor del mes de agosto. Sí, me gusta ver el cuerpo desnudo de mi sobrina.

Es buena cocinera y hace unos...