Dime dónde duele
Solo me importas tú, y esa es la verdad. Ellos se pueden ir al infierno. - Garbage.
“¿Puedes mover el dedo?”. Me preguntaste cuando, tocándolo suavemente, sonreías. Me mataba. El dolor y la sonrisa que tenías. Gasas, gasas y más gasas iban y venían mientras, disimuladamente, tratabas de robar mi atención para que me olvidara del dolor.
“¿Qué estabas haciendo para que termines así?”.
“El peor accidente de mi vida”, te respondí con sarcasmo, devolviéndote la sonrisa. Un vaso de vidrio, una tarde aburrida y una hermana demasiado movediza terminaron desembocando en aquella situació...