Destructo III Cada vez que suena una campana

Cuarto Capítulo. El ejército xin llegaba al último pueblo antes de alcanzar la frontera con Transoxiana. Y en el Inframundo, campanas sonaban en medio de la oscura ciudad de Flegetonte.

I.Año 1368

Congli era un pueblo apacible, rodeado por un auténtico mar de hierba que llegaba hasta las rodillas y, más en la distancia, una extensa cordillera cortaba el horizonte, de altísimos picos bañados en nieve. Su principal atractivo era el mercado instalado en las proximidades del río; la Ruta de la Seda acrecentaba el comercio a pasos agigantados, atrayendo cada año más familias para que se asentaran.

En las afueras de la villa principal, en una parcela alejada, destacaba el ú...

Destructo III Esta guerra tiene tu nombre

Tercer capítulo. El ejército xin continuaban su viaje rumbo a la frontera transoxiana, mientras un ruso enfrentaba la decisión del Príncipe de Nóvgorod. Y en una nueva época, un ángel enfrentaba a su mayor demonio.

I.Año 1368

Wezen montaba su caballo, silbando una canción y disfrutando del exuberante paisaje de la llanura; un interminable verde que se extendía hasta donde la vista alcanzaba. Su estado de ánimo era inmejorable, cabalgando en medio de la legión de jinetes xin de Syaoran y tomando rumbo a su pueblo. A un lado, el sol se ocultaba tras la interminable cadena de montañas y supo que pronto debían acampar. Si fuera por él, continuaría cabalgando durante la noche; faltaban pocos días para alcan...

Destructo III Reino de dragones

Segundo capítulo. Durante la rebelión rusa contra el imperio mongol, un jinete guio al ejército novgorodiense a la victoria. Y en los albores de una nueva época, los ángeles buscaban su lugar en el reino humano.

I.Año 1368

La nevada no había mermado en intensidad durante toda la noche y el fuerte murmullo del viento imposibilitaba a Mijaíl Schénnikov pensar con claridad. El frío le parecía el más intenso que había vivido en años y el solo respirar empezaba a volverse doloroso; o, tal vez, pensó, era solo su creciente nerviosismo lo que jugaba en su contra. Se inclinó sobre su montura para fijarse mejor en el lejano grupo de fogatas del campamento mongol; incontables manchas amarillentas y pálidas, c...

Destructo III No hagamos esperar al infierno

Primer Capítulo. Durante la consolidación de una nueva dinastía en China, un guerrero hizo una promesa inquebrantable. Y en los Campos Elíseos, tres ángeles se preparaban para una peligrosa misión al Inframundo.

I.Año 1368

La Luna no era más que una pálida y delgada línea en un cielo negro atiborrado de estrellas. La brisa era fría, pero aquello no aminoró el espíritu de los miles de jinetes que se agolpaban al frente de la capital del reino de Xin, expectantes a la orden de entrar y asaltar el castillo del emperador. Levantaban la mirada y veían, más allá de las altas murallas que protegían la ciudad, cómo grandes volutas de humo ascendían por el aire para dibujar figuras informes en el cielo enneg...

Destructo II Sus labios esbozan la destrucción

Sexto capítulo. En un campo de flores, se gestó la leyenda del ángel destructor.

I

La Serafín Irisiel levantó la mirada y vio cómo las estrellas se fueron ocultando tras los oscuros nubarrones. Sintió un par de gotas cayendo sobre sus alas y se preguntó si todo aquello no era sino un mal presagio de lo que podría ocurrir.

Frente a ella, miles de los guerreros del Serafín Rigel vigilaban la cala del Río Aqueronte; las antorchas a lo largo y ancho chisporroteaban y arrojaban una pálida luz amarillenta sobre los ángeles. Se le hizo extraño todo aquello; las líneas habían en...

Destructo II Dóblame, rómpeme; soy la desesperanza

Quinto capítulo. En el reino de los humanos, un relámpago plateado cayó del cielo.

I

Frente a la Capitana se encontraba un adversario sin parangón. Cualquiera pensaría, viéndola con un ligero temblor en las manos y piernas, que la mujer estaba poseída por el miedo y la desesperación. Después de todo al Serafín lo rodeaban incontables soldados yacidos en el suelo, entre el fuego y la destrucción. El ángel, además, era imponente en su físico, amenazante en su porte, con las seis alas extendidas y sosteniendo aquel tridente dorado.

Pero, en realidad, Ámbar temblaba de emoción...

Destructo II Elevación

Cuarto capítulo. ¡Huida y persecución! En el reino de los mortales se forjó una alianza tan sorprendente como singular.

I

Gran parte de la sociedad humana enfocaba su atención en una conferencia de prensa histórica. La corporación farmacéutica VER.net se había hecho con los derechos de propiedad del ángel capturado, tras intensas negociaciones con el gobierno de Nueva San Pablo. Y la cabeza visible, la líder de la poderosa compañía, Reykō, económicamente la mujer más poderosa sobre la faz de la Tierra según incontables medios, se preparaba para revelar la noticia al mundo entero.

Pocos esperaban la decisión d...

Destructo II No soy la chica que llevarías a casa

Tercer capítulo. En el reino de los mortales también se gestaban rebeliones para cambiar el curso de los eventos.

I

Dione avanzaba a duras penas a través de la gruesa cortina de nieve, abrazándose a sí misma y tiritando de frío mientras mascullaba insultos dirigidos a su maestra Zadekiel, que de seguro oiría si no fuera por el ulular del viento polar. Sacar una y otra vez el pie de entre la nieve se le estaba volviendo cansino, y ni qué decir de la fría y fuerte tormenta que amenazaba con congelar hasta sus alas. Definitivamente, pensaba ella una y otra vez, fue un error haberse dejado convencer para huir has...

Destructo II Incluso las estrellas mueren

Segundo capítulo. En los Campos Elíseos se desató una pequeña rebelión que, tal vez, sería la más grande de todas.

A lo largo de la orilla del Río Aqueronte, bajo las luces centelleantes de las estrellas, varios de los estudiantes del Serafín Rigel vigilaban celosamente, ya sea vuelos en escuadrones en formación “V” o caminando en solitario, para cerciorarse de que ningún ángel de la legión escapara al reino de los humanos. Aunque el Serafín Durandal ni sus alumnos habían mostrado interés en abandonar los Campos Elíseos tras la huida de Perla, Rigel no se confiaba. Tarde o temprano, pensaba él, Durandal aprovecharía par...

Destructo II Bienvenida a la jungla

Primer capítulo. Un ángel cayó del cielo, desatando un auténtico pandemónium en el moderno reino humano.

I. 2 de enero de 2332

Ámbar estaba absorta, viendo la sucesión de pequeñas imágenes tridimensionales que proyectaba el dispositivo de transmisión holográfica sobre el escritorio. Su oscuro cuarto se teñía de los colores de las fotografías conforme estas se sucedían una tras otra a cada pulsación de su dedo índice. Sentada en un mullido sofá, se inclinó hacia adelante, como si quisiera observar mejor los detalles.

Un paseo en el parque con su niña, una visita al lago en donde su esposo perseg...