Domando a Adriana - Capítulo 4

Mi objetivo de convertir a Adriana se estaba materializando sin problema y cada vez más deprisa, tanto que ni ella ni yo nos esperábamos esa rápida transformación.

DOMANDO A ADRIANA (Raúl y Sylke)

CAPITULO 4

Adriana se dirige a la barra en donde la espera su marido, mientras yo voy charlando con otros invitados junto a mi socio, el Sr. Clifford y otros empresarios. Estando con ellos brindando con una copa de cava, giro mi cabeza para observar el cuerpo estilizado de Adriana que en estos momentos está bailando con su marido en la pista central. Esa mujer me fascina cada día más.

Charlo con los empresarios y otros invitados, pero mi mente sólo est...

Domando a Adriana - Capítulo 3

Adriana se va transformando en mi sumisa, poco a poco, sin darse casi cuenta, pero mucho más rápido de lo que ella misma hubiera soñado jamás.

DOMANDO A ADRIANA (Raúl y Sylke)

CAPITULO 3

Llegamos por fin a mi despacho en la discoteca y me detengo en el pasillo, justo antes de abrir la puerta. Adriana se sigue sosteniendo a mi brazo, con una excitación más que evidente, rogándome que no siga jugando con esa bola alojada en su coño con la aplicación que no deja de descargar miles de cosquillas y vibraciones, incidiendo especialmente en su punto G.

-        Héctor... no me tortures de esa manera. - me ruega ella con su respirac...

Domando a Adriana - Capítulo 2

Sigo entrevistando a Adriana, primero para conocerla mejor, pero mi verdadero objetivo es saber si está dispuesta a aceptar nuevos retos que la acerquen más a mí.

DOMANDO A ADRIANA (Raúl y Sylke)

CAPITULO 2

-        Sé que soy un cerdo – le digo a Adriana volviendo a oler sus braguitas – pero en el fondo te ha gustado complacerme, ¿a que sí?

Su sonrisa y su silencio, la delatan. Le devuelvo una sonrisa, pero los ojos de ella, parecen estar diciéndome que eso le ha gustado. Al acercarse el camarero con otra botella de vino blanco, aprovecho para meterme el tanga en mi bolsillo de la camisa, ya que para comer me he quitado la chaqueta. Una vez que...

Domando a Adriana - Capítulo 1

Por fin pongo en marcha mi proyecto "Satisfayer Disc" y para él, entrevisto a varias chicas al puesto de relaciones públicas, aunque hay una de las candidatas que me encandila desde el primer momento, soñando que pueda ser mía.

Este relato forma parte de un experimento de relatos compartidos con diversos autores, autoras, lectores y lectoras…

DOMANDO A ADRIANA (Raúl y Sylke)

CAPITULO 1

Me llamo Héctor Casas y soy un reconocido empresario de esta ciudad. Tengo negocios de todo tipo, pero entre mis empresas destaca mi joyita, la niña de mis ojos, la nueva discoteca “Satisfayer Disc” que hemos creado mi socio el Sr. Clifford y yo. La verdad, espero que sea la verdadera joya de mis empresas, porque este proye...

La mejor forma de cerrar un trato

Alex y Silvia tienen que conseguir que un gran cliente les firme un contrato importante pero se las ingenian y de qué manera, para conseguirlo.

LA MEJOR FORMA DE CERRAR UN TRATO (Alex & Sylke)

Alex y Silvia son compañeros de trabajo desde hace un año; él lleva trabajando en la compañía desde el año 2010, y ella, empezó el año pasado en el departamento de marketing.

Han coincidido los dos en varias reuniones de trabajo ya que sus dos departamentos comparten proyectos conjuntos, cosa que les obliga a compartir sinergias y a idear estrategias conjuntas.

Desde el primer día que la vio, Alex se sintió inmediatamente atraído por aqu...

La máquina de café

Todo empezó en la máquina de café, pero ambos sabían que estaban predestinados a tomar algo más que eso, un simple café...

Este relato forma parte de un experimento de relatos compartidos y es el primero de esa serie de historias contadas "a medias".

A las once en punto Ana bajó a la máquina de café del cuarto piso, porque tal y como le aviso su compañera Carla, era la hora exacta a la que se encontraría con ese chico tan mono, ese que siempre la sonreía cada mañana. Se recolocó la coleta y se quitó el último botón de su blusa, para dejar a la vista su escote. La falda de tubo se ceñía a sus caderas y aquellos tacones...