Hermanos (Capítulo 3)
Desde que me fui a vivir con mi hermano se multiplicaban las sensaciones en mi cuerpo, además, mi sequía sexual y la incitadora de mi amiga, no ayudaban en absoluto a rebajarlas.
CAPÍTULO 3
Al escuchar la voz de mi hermano, apareciendo de pronto en mi habitación, me llevé un gran susto lo que provocó que pegara un salto y sacara mis manos de mi cuerpo y cogiera rápido la colcha para taparme totalmente avergonzada, no sin antes comprobar mirando hacia la puerta a mi hermano desnudo apoyado en el marco de la puerta con una semi erección.
- ¡Joder David, que susto! - dije muerta de la vergüenza por la pillada de mi hermano.
- Venga Raquel no tenga...