La cabaña (3: ¿Dónde estará el ruso?)

Hoy el ruso se queda en casa, pero aparece el profe, que no se atreve a interrumpir suculentas escenas.

LA CABAÑA III: ¿DÓNDE ESTARÁ EL RUSO?

Era viernes. Inglés a tercera hora con Miki. Lo observaba mientras resolvía ejercicios. Levantaba la cabeza del cuaderno y me miraba a los ojos. Sus pupilas sonreían, como siempre. Sus labios, sin embargo, estaban sellados. Estaba distraído, pensativo. Me acerqué a su mesa y le pasé la mano por el cuello. Ahora sí me sonrió, y casi me desmayo del placer. Su lengua deliciosa aparecía entre sus dientes bellísimos. Su rostro resplandecía cuando sonreía.

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La cabaña (1)

Una cabaña en un descampado es el escenario de encuentros entre un inmigrante ruso y un grupo de chavales.

LA CABAÑA (I)

El corazón me latía con fuerza. Me encontraba a pocos metros de la cabaña y ya no podía echarme atrás. Repasé mentalmente las últimas tres horas, dedicadas al arduo trabajo de esconder mi verdadera identidad. Un poco de carne artificial de látex en la parte superior de la nariz y el mentón, grandes dosis de maquillaje, una espesa peluca negra hasta los hombros y el toque definitivo de una vistosa cicatriz en plena mejilla izquierda. Unas ropas viejas, unos vaqueros sin marca y una...

La cabaña (2: La segunda tarde)

Todos los gemelos tienen su morbo, pero los que acuden a la cabaña la segunda tarde son, además, imprevisibles.

LA CABAÑA II: LA SEGUNDA TARDE

No lo reflexioné. Una excitación extraña me animaba mientras recorría impaciente el tramo que me separaba de la cabaña. Por mi cabeza circulaban las imágenes de la tarde anterior, como partículas de un sueño inverosímil. La tarde era apacible y risueña. Tragué saliva. Inconscientemente recuperé la memoria gustativa: unos sorbos del semen de Miki acudieron a iluminarme el paladar. Cuando ya estaba bastante cerca de mi objetivo me detuve. Por un camino lateral habían...

Il Bambino (3: Leonardo)

A veces se aprende más en un día que en un año. Que se lo digan a Urbino, que conoce en profundidad a Leonardo y a Salai, su discípulo.

IL BAMBINO (III): LEONARDO

EN CONMEMORACIÓN DEL QUINTO CENTENARIO DEL DAVID DE MIGUEL ÁNGEL

Tensión en el ambiente. Algunos ilustres ciudadanos que entraban o salían de la Signoria se quedaban parados y observaban, sin ánimo de ocultar su interés, a los dos hombres que acababan de entrar. Bueno, al hombre arreglado con ricos ropajes y a su criado, un mozo atlético y sonriente. El rostro del artista era inconfundible, y el aspecto de su compañero no dejaba dudas sobre la identidad de los pe...

Testigo de la hermosura (16: Una decepción.)

Un Lalo desconcertante provoca que la orgía se aplace. Pero todos aprenden algo.

TESTIGO DE LA HERMOSURA XVI:

Dulce y amargo a la vez fue el momento de besar con delirio y grandeza el cálido hoyo de Lalo. Dulce, porque esa parte de su cuerpo afortunado era la más tierna y sabrosa, amargo, porque se podía prever que sería breve. Un monstruo con tres cabezas devoraba la carne suelta y entregada del madrileño: mío era su ano, laxo y esponjoso, tierno y sensual; Jordi escondía entre sus fauces toda la carne erecta que podía, siendo su garganta insuficiente para contener una pres...

Testigo de la hermosura (15: Completando el ciclo)

Se cierra el círculo y el grupo se recompone. Pero las reuniones reservan sorpresas inesperadas.

TESTIGO DE LA HERMOSURA XV: COMPLETANDO EL CICLO.

Los dos muchachos estaban abrazados con una ternura y un frescor exquisitos. Veía a Lalo, con el Speedo que le cubría sus apetecibles nalgas, devorar la boca hambrienta de Jordi. De éste sólo podía entrever su pelo enmarañado y sus mejillas. Reinaba un silencio ceremonioso, interrumpido por el sonido puntual de los sorbos de fluidos que compartían. La mano de Jordi apareció en el culo del madrileño. Lo rozó y buscó el límite de la tela para entra...

Il Bambino (2: David)

Los lazos se estrechan entre David y Miguel Ángel. El joven se va preparando para que su cuerpo pase a la posteridad.

IL BAMBINO (II): DAVID

Miguel Ángel sabía que llegaba un poco tarde. Consciente de su talento y con la fama que le había precedido desde Roma, se había acostumbrado a hacerse esperar. Mientras andaba por la Via di Mezzo, un poco alejada del bullicio de las zonas pobladas de mercaderes, se sabía observado. Dos meses habían transcurrido desde su regreso a la ciudad, tiempo que había dedicado al estudio y a la experimentación. Tres metros adelante Urbino caminaba despreocupadamente. Miguel Ánge...

Testigo de la hermosura (14: Una rendija)

Oriol se convierte en protagonista y nos cuenta su historia. Pero el protagonismo lo tendrá más tarde una rendija que...

TESTIGO DE LA HERMOSURA XIV: UNA RENDIJA

Oriol entró como si no me hubiera visto. Exhibía sus dientes blanquísimos conformando una sonrisa de antología. Tampoco vio a Jordi, que estaba en el sillón, boquiabierto ante la entrada triunfal del pequeño. Se sentó en la cama, después de haber comprobado que las sábanas estaban revueltas y, cerrando los ojos, suspiró. Estaba encantador.

-¿Dónde has estado? –inquirió Jordi, sin saber esperar más.

El enano no respondía. Cerró los ojos de nuevo...

Testigo de la hermosura (13: La huída)

Gonzalo se aleja, pero el profe y los cachorros no pierden el tiempo. La chica se marcha, pero ¿dónde están Oriol y el madrileño?

TESTIGO DE LA HERMOSURA XIII: LA HUIDA

La opinión de mi hermana, más que la de una sicóloga, parecía la predicción de una vidente. Porque los días que siguieron a esta conversación Gonzalo se mantuvo alejado no sólo de mí, sino también de los chicos. Se le podía encontrar la mayor parte del tiempo pegado a Laura, cuchicheando frases misteriosas y mirando alrededor para tener la seguridad de ser observado por quién él deseaba. Los cachorros consideraron que su actitud estaba influida por la chica...

Il Bambino

Conmemoración del quinto centenario del David de Miguel Ángel mediante la "verdadera" historia del modelo que inspiró la estatua.

IL BAMBINO (I): URBINO

EN CONMEMORACIÓN DEL QUINTO CENTENARIO DEL DAVID DE MIGUEL ÁNGEL

Sin pensarlo demasiado, Miguel Ángel tomó el Lungarno, en aquella hora próxima al mediodía repleto de gente de toda condición. Se paraba aquí y allá, sin prestar demasiada atención al gran espectáculo de los sentidos que lo rodeaba: perfumes exóticos mezclados con los fuertes olores de las especias, colores intensos de las telas orientales junto a la suavidad cromática de los velos florentinos, chillido...