Diario de un gigolo (10)

María es una chica libre, Johnny un adolescente deseoso de perder la virginidad. La ocasión la pintan calva.

Alargué la mano y cogí el cenicero-vagina. Me llamaba la atención aquel sorprendente artilugio. La plataforma de sostén eran dos testículos aplastados en color carne, muy realistas. El pene era grande y gordo, llegaba hasta los labios color rosa y sostenía una vagina cortada por la mitad donde se echaba la ceniza. Todo muy bien moldeado en un material que desconocía, no era cerámica ni tampoco plástico. De tanto manipular el soporte testicular el artilugio se puso en funcionamiento dándome un gran sus...

Diario de un gigolo (09)

Johnny también fue adolescente. Su iniciación en el sexo fue placentera y divertida. Algo curioso en aquellos tiempos.

DIARIO DE UN GIGOLO IX

MARIA

Ella se llamaba María y era hija única de un matrimonio con el que mis padres conservaban una íntima relación amistosa desde que llegaran a la capital huyendo del pueblo. Ambos matrimonios, los cuatro mosqueteros como llegué a llamarles, procedían del mismo pueblecito castellano de donde salieron por piernas, mis padres debido a una herencia que les enemistó con toda la familia y los padres de María a causa de un embarazo prematuro también llamado gol irremedia...

Diario de un gigolo (08)

Dicen que no hay mujeres frígidas sino hombres brutales. Johnny lo sabe muy bien..

DIARIO DE UN GIGOLO VIII

Habíamos cerrado el capítulo anterior con una Laurencita feliz, disfrutando de su orgasmo recién adquirido. Los ojos brillantes y la alegría exudando por todos sus poros. Johnny contemplaba la estética del paisaje profundamente relajado. Todos sabemos que a él le gusta sobremanera una determinada estética: el cuerpo desnudo de la mujer. Cada uno tiene sus gustos y a mí no me va mal con los míos.

Laurencita se volvió hacia Johnny, y con los ojos aún más brillant...

Diario de un gigolo (07)

No, no fue un orgasmito de la señorita Pepis pero a Johnny aún le queda mucho trabajo para culminar la tarea emprendida.

Diario de un gigoló VII

El siguiente episodio se inicia con el mismo plano congelado. Johnny desnudo trabajando como el vocacional que es y Laurencita gimiendo suavemente más por el placer de lo que se avecina que por el ya conseguido. Nada de lo relatado en estos episodios es ficción, en todo caso si algo lo fuera sería pura coincidencia, y sino pregúntenselo a mis huesos (frágiles, machacados, tan encogidos como lo está mi pajarito cada vez que sale exhausto de la jaula de la pajarita). Si no...

Diario de un gigolo (06)

¿Nunca han pensado ustedes en convertir su vida erótica en un culebrón televisivo?. Johhny sí y con suspense, cualquier cosa puede ayudar a encontrar el punto G. Es cuestión de imaginación.

DIARIO DE UN GIGOLO VI

En el episodio anterior habíamos dejado a una Laurencita anhelante, con la boca abierta, esperando el beso resucitador del orgasmo. Y me había dejado a mí mismo, Johnny, el narrador de este culebrón, real como la vida misma, contemplando apreciativamente cada detalle del cuerpo desnudo de Laurence con todo el descaro del mundo. Pensaba con sólidas razones que aquel cuerpo había estado infravalorado, tanto por el ceporro de su marido como por la propia poseedora, suponiendo...

Diario de un gigolo (05)

Johnny por fin tiene la guinda en la boca. ¿La morderá?. No es es muy suave, muy cariñoso, muy paciente. Es un santo. Moverá suavemente la guinda en la boca y cuando el punto G le toque el paladar. Entonces...

Mi misión era buscar el punto G y estimularlo todo lo que estuviera en mi mano, es un decir, hasta lograr una cadena de orgasmos capaz de volver loca hasta a la propia Venus Afrodita. Sí, no se rían, ya estoy viendo su cara. ¿Cómo se sentirían si su esposa o compañera de hecho o de derecho o por azar de las circunstancias les pidiera un sábado sabadete que buscaran su punto G esa noche y no pararan hasta encontrarlo?. Ahora el que se ríe soy yo. Estoy viendo su cara de poker y la cara-de-as-escondido-...

Diario de un gigolo (04)

La mujer multiorgásmica es su gran reto. Del encuentro del punto G depende el futuro de Lily. ¿Misión imposible?. No para Johnny.

La mujer multiorgásmica o la busca del punto G.

Lily me había citado para comer al día siguiente. Cuando le conté la historia de la ventosidad y la increíble fantasía que me saqué de la manga se echó a reír con tantas ganas que se le atragantó la patata asada que acompañaba al bistec y me vi obligado a golpear su espalda suavemente. En cuanto se recuperó tuve que darle un masaje de pechos para que volviera a entonarse.

A los postres sacó su agenda azul y entre traguito y traguito de cognac...

Diario de un gigolo (03: Marisa)

El primer día de trabajo acostumbra a ser duro pero eso no le preocupa a Johnny que siempre encuentra encantos en todas las mujeres. En unas más que en otras lógicamente.

DIARIO DE UN GIGOLO III

MARISA

Convenientemente entrenado, bien mentalizado y aleccionado por mi mentora, me dispuse a afrontar mi primera batalla con el ánimo muy alto. A pesar de que Lily había pintado el blanco de un color más bien oscuro, o negro sin matices, yo tenía confianza en hallar algo atractivo en mi "partenaire".

El sexo son dos cuerpos y un conjunto de glándulas peculiares para cada género pero también, y para mí principalmente, el sexo es imaginación, fantasía, tiene mu...

Diario de un gigolo (02)

Sí, era Marta, pero como siempre piensa más en su interés que en el corazoncito del pobre Johnny. Para aliviar su desencanto sigue recordando su pasado.

Su voz, suave y tan dulce como su boca, resultaba inconfundible aún al otro lado del hilo telefónico. Sonaba muy alegre, casi obsequiosa. Ese era el tono que empleaba conmigo cuando necesitaba algo, no cualquier cosa precisamente sino algo especial, muy especial. Contesté con la delicadeza que habitualmente empleo con ella y esperé su petición...

-John, querido John, entiendo que estés enfadado conmigo, te he tenido abandonado mucho tiempo, más del que tu puedes soportar, ¿verdad querido?. Son e...

Diario de un gigolo (01: Lilian)

Necesitaba dinero para terminar sus estudios en la universidad. Era un joven atractivo y Lilian pasó por el pub buscando carne nueva. Su vida ya no volvería a ser la misma.

DIARIO DE UN GIGOLO

I

LILIAN

Me encontraba sumergido en la bañera disfrutando de un baño caliente y de mi música favorita, las variaciones Golberg de Bach, cuando un recuerdo se quedó en el microsurco más débil rayando el vinilo con ansia asesina. El recuerdo forma parte de esa biografía que cuento a veces a mis clientas más íntimas si es que un gigolo puede hablar así. Especialmente Marta la conoce muy bien. Marta es mi mejor cliente aunque para mí esa palabra tiene en este caso cur...